MIS ORILLAS
Quiero mirarte,
hasta que tu rostro
me haga sangrar la boca,
hasta que el misterio
de mi carne,
este escrito en tu piel.
Mi garganta te condena,
mi lengua te condena,
mis manos pequeñas,
te condenan,
al exilio de mí alma.
Cada noche
ruge tu silencio,
en la quietúd
de mis sabanas frías,
vuelves deshabitado
a esconderte del mundo,
en el hueco de mi abrazo
-¿Dónde se escondió la magia?-
Misterioso vértigo indecible
cayendo sobre mi cadera,
recortada a oscuras
por un dios siniestro,
que hilvana a ciegas
los cuerpos disignados
al fracaso.
Quiero mirarte,
hasta que los huesos
estallen de violencia,
hasta que los angeles
hagan una rebelión
en mi nombre,
hasta paladear tus lágrimas
-Estaba soñando que existías-
Me despertó la noche,
desnuda a los pies de mi cama,
cautiva de mis orillas,
irremediablemente.
-Creo que Dios derramará una lágrima-
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