Pasó sobre mí
una bandada de pensamientos extraviados,
ellos aleteaban lúcidos
pero, huérfanos de cabeza
navegaban a la deriva.

Luego me estrellé con un grupo
de miradas perdidas,
ellas parecían atisbar con determinación
pero, sin ojos que las sustentaran
eran miradas de pupilas vacías.

Más allá, cuando el sol caía
vi a un grupo de espectros vivientes,
seres que navegaban como barcos extraviados
en las aguas del sin sentido,
buscaban sus pensamientos,
trataban de encontrar su mirada,
y yo, queriendo rescatar a unos y otros,
me perdí entre lágrimas y desesperación,
ya que más fácil es encontrar una aguja en un pajar,
que hermanar mentes y cabezas en este mundo cruel
que se ufana de ser perfecto…