Miel, amor, la necesaria para endulzarnos mutuamente,
fresas para colocarlas en tu boca entreabierta,
esencia, para aromatizar nuestros encuentros,
shampoo de aquel que transforma mi cabello en plumas,
para que tus manos lo aprehendan y tus labios lo besen,
manjar, tan dulce como el brillo de tu mirada,
vino para paladear cuando el sol se duerme en sus alfombras,
azúcar y sal para matizar nuestros momentos,
sábanas, olas de seda en la que naufragan nuestros cuerpos,
incienso espiritual que se funde en la atmósfera hechizada,
ron, para navegar en las aguas tropicales del deseo,
amor, todo eso y lo que encuentres para el mútuo refugio,
te lo dejo a tu imaginación, amante mío, luz de mi vida.
-Es tan poética mi princesa. Hasta la lista del supermercado me la entrega en versos...
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