De las furias del que lleva una miserable toga,
de ese es el viaje al panteón de arcilla.
Ahí... donde todos los muertos cantan al dios de los muertos.
De las furias del sarnoso que se rasca la piel con sangre,
de ese que jamás logro ser aceptado en la brillante polis.
Del que discutió con Temístocles antes de la gran batalla,
del que participo en esa gran batalla.
De ese que observo desde una atalaya de mármol...
de esas furias necesarias brotan los engendros,
los desterrados,
esos que son "imposibles"...
"¡Fuerza entonces muchachos!, junten escudos,
armen falange y sonrían... sonrían friamente".
Si, sonrían friamente, la victoria es de ustedes.