Que fue del milagro, del aire enrarecido, de la magia voraz e implacable que desnudaban nuestras almas y nuestros cuerpos hasta quedar exhaustos.
Donde se fue tu mirada de niña, tus ojos ávidos y complacientes, que , con la complicidad del silencio, magnificaba nuestros estertores y duplicaba mi envergadura
Que se hizo de las palabras, susurradas entre cocteles trasnochados, entre tu ropa y la mia esparcidas sin pudor desde el dintel hasta tu lecho.
Que se hizo de tu vientre húmedo, palpitante y generoso, que se me hizo necesario, casi como respirar o respirarte.
Donde quedó el fervor,el ansia, los te quiero, te amo y te necesito, las infidencias, las tertulias, los abrazos, las caricias.
Que extraño demonio se apoderó de nuestras vidas, desgarrándome el alma y nublando mi razón, acercándome a un despeñadero cada vez mas cercano.
En ocasiones te sentí casi cerca, casi mía...pero casi.
Tal vez fuí una estación, un anden un sueño o una esperanza, no sé.
O tal vez eso fuimos dos pasajeros que coincidieron en un mismo tren....pero con distintos recorridos.
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