Fénix

La alas resplandecían
La fortaleza en su mirar
Su cuerpo se hizo fuego
Los cantos de ímpetu y armonía
Dieron paso tan esplendoroso vuelo

Danzando como brisa en el viento
Sin mas que liberad que lo enardecía
Hoy vuela como astro de día
Y de noche como fiel lucero

Mas en la brisa helada
Su espíritu flaqueó, heridas las alas
Sus ojos los cegó el miedo
Y su canto lo iba perdiendo en el olvido
Todo cayendo al infinito vacío

Su plumaje, su fuerza y su alma
El cielo lamentaba verla
Muriendo en las tinieblas
Tan preciada criatura ¿muerta?

¡Oh aquel ave al menos sus cenizas
cenizas de él van quedando!
Su pluma suavemente se desliza
Y es una en la dulce agonía

En el silencio se le escucho murmurando
El ave trajo al presente versos del recuerdo
Aquel canto que se pensó olvidado
De las cenizas al fuego a regresado

El amanecer le otorgó el aliento
Y la brisas regresaron
Todas ellas a través del tiempo

Extendió sus alas y enalteció su canto
Hoy vuela, ahora respira
Aquel ave que yacía herida
Surgió para vivir volando

Y desde los cielos junto al gran astro
Que mil tinieblas no lo han derrotado
Su voz, su espíritu cantó
Esencia de resurrección