La noche avanza. El cansancio y el alcohol sube. Suben los precios, el calor, la cantidad de gente. Lo único que baja, son las exigencias.
No es que me quiera excusar o algo, pero entiendame, hacia media hora que no veía a mis amigos y estaba aburrido. Y estaba borracho. Y ella se me acerco a hablar. Yo pensaba que no sonreía porque era una intelectual, porque le pesaba el sentimiento trágico de la vida. No sonreía para no mostrar que le faltaban dientes. Yo pensé que me miraba fijo, de frente, por sincera, no por tener un ojo de vidrio. Por ultimo, pensé que estaba tan borracho que veía doble. No que era tan gorda.
Cuestión que hablamos un rato, me contó de su vida de boxeadora semi profesional, de sus comienzos cuando peleaba por cervezas o por defender los colores de su querido cambaceres y del flaco ese, que con chamullos elegantes la dejo embarazada y como pájaro que come vuela (siempre lo dijo mi abuela) se fue y no pago ni el perejil del aborto.
Su conversación no venia siendo muy agradable ni intelectualmente estimulante, pero su “el lujo es vulgaridad” fue “lo que son los vegetarianos es contreras, querido. Si vivieran en la india comerían asado todos los días”. Es claro, lo dijo y me conquisto. Además, no se si le comente, pero tenia un pedo que no veía.
Le digo: _ ¿queres venir para casa?
Dale, vamos_ me contesto_ tengo las valijas en el guardarropa.
Esa noche, cuando la vi desnuda comprendí que su único justificativo en el mundo era mantener el equilibrio en el universo por el hijo de Brad Pitt y Jennifer Aniston.
La gente dice que en los momentos difíciles siempre se puede buscar apoyo, ya que no en la pareja, en los amigos. Los hermanos que uno elige. Yo no se que clase de amigos tiene esa gente, pero los míos no paraban de burlarse: que tu novia se cae de la cama y se cae por los dos lados, que si me había dolido la operación para extirparme el estomago, que es mas fea que vomitar para arriba que etcétera.
Eso era lo que mas me dolía: que etcétera.
A los quince días trajo a vivir al padre, recién salido de la cárcel. Su justificativo, dentro de todo razonable fue: te haces el zurdito y sos incapaz de albergar a un desamparado. Ella pensaba que era un zurdito desde aquella vez que me manifesté en contra de colgar en la plaza pública a los ladrones. Pero yo la comprendí, porque lo primero es la familia. Y me gustaba verlos charlar, reír, casi siempre gritar, mientras yo, desde lejos ordenaba alguna cosita o a veces lavaba los platos.
Cuando el padre trajo a vivir a casa a vicky, su nueva novia yo acepte contento, porque pensé que bueno, una mujer más tal vez ayude con las cosas de la casa. O hubiese aceptado, la verdad es que no me preguntaron.
Pero la cuestión es que no, no ayudaba nada. Y encima traía amantes. Yo creo que fue por Vicky que mis amigos se alejaron de mi. Salvo los que se hicieron amantes de ella. El resto se fueron todos.
Yo no podía hacer nada porque, imagínese, si decía algo lo mal que le iba a hacer al padre de mi novia. Porque si, después de la primera noche no habíamos vuelto a tener sexo, pero yo creo que era mi novia.
Tanto era mi desinterés por el sexo que ella ¿Qué iba a hacer? Se busco un amante. Y después otro y otro. Parecía linfomana. Todos los días, un amante distinto. Mas de una vez llegue temprano a casa y me tuve que esconder en el ropero hasta que terminaran.
Por suerte se iban rápido, mas de una semana no se quedaban. Igual mas no lo permitiría. Ya hubiese sido un abuso.
Cuando empezó a pegarme ya no me gusto nada. Claro, no lo podía decir. Tenía miedo que me pegue más. Aunque un poco la culpa era mía, entiéndame, a nadie le gusta que le peguen. Y yo ¿Qué podía hacer? Digo, salvo tratar de no hacerla enojar.
En fin, se la hago corta, hace 25 años que estamos conviviendo. Con ella, con vicky, con sus hermanos… yo ahora tengo que dormir en la bañadera. Pero bueno, tan infeliz no fui, y conocerla fue lo que se dice una desgracia con suerte. Porque, entiéndame, desde esa noche que no tomo mas. |