La familia no se escoge.


Veo acercarse a mi primo Abelardo. EL mismo desgraciado de siempre. Gordo come mierda. Por dicha casi nunca me encuentro con él. Es detestable. Si pudiera ahora cambiar de calle lo haría, para no tener que topármelo. Burgués explotador al igual que el jueputa de su papá, ese viejo mal nacido, que se cojía a todas sus empleadas y embarazó a muchas y las despidió. Nunca tuvieron un dedo de conciencia social. No olvido las veces que de niño me humilló, especialmente cuando me invitaba a ver sus juguetes, no a jugar con ellos. Parece que se va a ahorcar con esa corbata en esa grasienta papada. Agresor de mujeres, solo una interesada en su dinero ha podido aguantar a este maricón. Veo que camina igual, con ese caminado de bruto, bueno, con el caminado de lo que es. Se graduó en la Universidad por la inversión que hizo el jueputa viejo explotador de su papá, que compraba profesores. Por eso solo ha podido trabajar en las empresas del viejo cabrón de don Bacho. Me acuerdo cuando el muy modosito era monaguillo del padre Tarcisio y le robó el vino de consagrar y me culparon a mi, lo que me costó una gran reprimenda y castigo de la abuela, que en los infiernos ha de estar, pues nadie me creyó, porque yo era el inquieto, yo era el terrible. Me pude vengar una vez de él, con Elena. Sí, Elena primero fue mía a pesar de que era su novia. Mujer inteligente que se aburría con un simplón como él. Ese mediocre no tiene más imaginación que su chequera para enamorar una mujer. Por eso ella le pateó el culo y eso nunca él me lo perdonó, como nunca admitió que en la Escuela yo sacaba mejores promedios, a pesar de los favores que su padre brindaba a las maestras y a la Escuela, tratando que ese imbécil fuera el mejor. Que mala suerte encontrarme con él, tendré que saludarle y hablarle, hasta perderé el autobús que ya casi sale.

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Me voy a topar con el primo Camilo. No puedo evadir a este vago de mierda. El mismo hijoeputa que no cambia. Como siempre en jean y camiseta. Solo un imbécil como él se le ocurrió estudiar filosofía. Como si eso diera de comer. Resentido social y envidioso, que da risa . Me acuerdo como desde niños me tenía envidia y me quería romper mis juguetes, por eso mi padre me prohibió invitarlo a la casa. Es el fiel reflejo de su padre, ese mediocre profesor comunista que nunca tuvo ni para comprarse una bicicleta. Viejo puto que era bueno solo para cojerse las estudiantes y las putas. Pobre mi tía Beatriz, santa de verdad. Que figura más risible tiene. El maricón se quedó estacionado en el tiempo de los hippies. De seguro ahora además de marihuana debe de aspirar cocaína. Se le nota a la legua. Espero que ahora si se bañe y no como antes que era el legítimo hediondo, apestoso. Como siempre aparentando de intelectual, ahí viene con su libro bajo el brazo y con sus mismos lentes a lo Lennon. Creo que tiene el sobaco más intelectual del país. Sigue con su barba de andrajoso y su pelo, ahora recogido en forma de cola. ¿No habrá dado cuenta de lo ridículo que se ve? Esta viejo y feo. Nunca fue capaz de mantener un hogar, por eso solo ha vivido en unión libre con locas apestosas y comunistas como él, como aquella Elena que me quiso engatusar primero. Siempre en contra de todo, nunca entendió la vida y por eso es un desgraciado infeliz. Por esa discapacidad fue que las maestras siempre le trataron diferenciadamente para que tuviera los mejores promedios y no hiciera berrinches y no tener que soportar las agresiones y demandas de ese pendejo comunista de su padre. Es inevitable, ya lo tengo casi al frente, deberé hablarle, eso me retrasará y tendré que cancelar más por el estacionamiento.



- ¡Camilo!
- ¡Abelardo!
- Tanto tiempo, mi primo querido
- Hombre que gusto verte, primazo
- Te veo excelente, no pasan los años
- Estás muy bien.
- ………
- ………


A Camilo lo dejó su autobús y Abelardo debió pagar dos horas más de estacionamiento, porque los primos ingresaron a una cafetería esquinera a recordar todas sus andanzas de niñez y juventud.




Por dicha ya me pude deshacer de este come mierda, engreído. Es el mismo, cabrón. Y hablamos las mismas mediocridades y chismes que con un idiota como él se puede hablar. Me di gusto comiendo, para que pague algo. Espero no volverlo a encontrar. Correré para tomar el autobús. La familia no se escoge, como decía el abuelo.

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Gracias a Dios me deshice de este maricón. Sigue montado en su resentimiento social, no lo supera. No sabe vivir de acuerdo a la época. Evitaré volver a pasar por aquí para no encontrarlo. Hasta la cuenta debí cancelar y comió como si tuviera tres días de hambre. Pero la familia no se escoge, como decía el abuelo.


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NOTA ACLARATORIA:

Este cuento no tiene ningún sustento en la realidad, es simplemente una creación de mi imaginación, no se refiere a ninguna situación de mi vida. Refleja los contrastes en posición social, económica e ideológica que se presentan en muchas familias en donde los modales pueden ocultar alguna hipocresía. Pretende ser imaginación literaria simplemente. Aclaración obligada por algunos comentarios que interpretaron el cuento como una narración de mi vida.