El sonido de sus pasos en el duro asfalto reverberaba en la solitaria calle, las luces de los faroles se encontraban apagadas, ya fuera por desperfecto o porque involuntariamente nadie queria ser testigo del suceso que ocurriria en su barrio en los siguientes instantes.
El hombre caminaba lenta pero decididamente hacia el lugar en el que se encontraba su victima, el viento levitaba el abrigo en el que se encontraba envuelto y hacia mecerse a las hojas de los arboles en los que de vez en cuando se escondia para no ser descubierto y no tener que derramar sangre en vano, luego de esto, reanudaba su marcha hacia el sitio donde mas que asesinar, se asesinaria el, mataria al hombre que era y sentia miedo al pensar en quien se convertiria.
Las luces de todas las casas se encontraban apagadas, sin embargo el podia ver de vez en cuando algun movimiento de cortinas en las ventanas, todos sabian quien era el y porque buscaba esa tan ansiada venganza, y al saberlo, todos se volvian en complices ya que entendian sus motivos y sabian que no correspondia detenerlo.
El hombre caminaba decididamente, sus rodillas no temblaba, la mano que afirmaba el cuchillo se mantenia firme, sabia lo que tenia que hacer y nada lo desviaria de ello, sabia que al cometer este acto, la memoria de ella quedaria vengada, necesitaba matar al causante de que su esposa ya no estuviera a su lado, estaba seguro de que encontraria la paz al darle a este hombre el mismo destino que este le habia dado a su esposa.
Ya se acercaba al lugar, su corazon palpitaba rapida y dolorosamente, su mano empezaba a temblar, pero no de miedo, si no de una ira renovada que amenzaba con hacerlo actuar como nunca lo habia hecho antes, se acerco a aquella puerta vieja y gastada, no pregunto, simplemente giro la manilla y se encontro ante una austera habitacion con un par de sillas, unos muebles y una mesa gastada, todo se encontraba en un estado deplorable, la madera carcomida y llena de hongos, se dirigio hacia la siguiente puerta, en la que habia un velador y un catre con un colchon y acostado estaba...él.
El mundo solo se centraba en ellos dos, queria causarle todo el daño que le fuera posible, sin importarle los gritos de dolor que causara en este hombre, ni que estos gritos atrajeran a la policia, simplemente queria hacerlo sufrir.
El tipo se encontraba de espaldas a el, le tomo el hombro y le dio vuelta bruscamente para poder verle el rostro, el al darse cuenta de quien estaba en su habitacion, se incorporó rapidamente y observo al hombre con ojos estupefactos, su cara de ira, su aura de venganza y el cuchillo que traia en las manos...intentó escapar, pero un golpe en la cara lo tiro denuevo al suelo.
El vengador agarro al hombre que se encontraba tirado del pelo, le levanto el resto y con el mayor placer que habia sentido en su vida, lo degolló, disfrutando con cada gota de sangre que salia de esa escoria a la cual estaba asesinando, disfrutando lentamente del aullido de dolor del hombre y mientras lo mataba, lentamente, le susurraba todo lo que sentia mientras cometia tal horrible acto, el placer que le causaba y que queria hacerlo sufrir hasta el final...
Un grito final y el sucio cadaver yacia tirado a sus pies, finalmente con un acto de locura y sadismo, baño su cuchillo en sangre y se lo paso por la cara, luego nuevamente lo baño en sangre y se dirigio de vuelta a la calle por la que habia llegado, a medida que avanzaba las gotas de sangre de su cuchillo cayendo en el suelo, resonaban en el duro silencio que se habia cernido sobre el barrio, todos los vecinos se asomaban a sus puertas y ventanas para comprender la triste realidad que enlutaba el dia que empezaba.
El asesino caminaba, lentamente, tratando aun de encontrar la paz que no habia llegado a matar a el hombre causante de su sufrimiento...escuchó autos policiales en la lejania, venian por el, no huiría, tenia que asumir el haber tomado la justicia por sus propias manos, pero no negaba que, si pudiera, lo volveria a hacer, sin importar el no haber podido encontrar la venganza que tanto anhelaba.