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a la memoria de Roberto Fontanarrosa
Intentaron entrar todos juntos, pero San Pedro los detuvo. Que el perro no: están prohibidas las mascotas. Que el grandote tampoco, porque está armado. El gaucho y la china menos, tienen pecaditos que purgar.
Sin alternativa, antes de atravesar la puerta del Paraíso, el Negro le da un enorme e interminable abrazo a todos y los manda de regreso a los cuadritos, para que sigan alegrando y conmoviendo a sus desolados lectores.
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Texto agregado el 02-09-2007, y leído por 467
visitantes. (13 votos)
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Lectores Opinan |
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13-05-2009 |
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Muy bueno. ohayoo |
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20-05-2008 |
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Genial. troilo |
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24-03-2008 |
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lo siento, pero sinceramente no lo entendi simplementedulce |
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06-03-2008 |
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Cortito y al pié, me encantó. Junto con la lágrima de Mendieta, solo en la última página, es lo mejor que he visto. aicila |
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13-02-2008 |
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jajaja me cuesta entenderte pero me gusta leerte. ilov |
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