El Grito.
Y si de pronto escupiese todo, como en un estallido, un relámpago, una erupción, una lluvia meteórica hacia el cielo, una batalla intergaláctica dirigiéndose hacia el espacio. Para arriba, siempre hacia arriba, siempre hacia allá, arriba, y repito, hacia Arriba. Infinitamente hacia el vacío, hacia el no cielo, más allá de las nubes, el ozono, las estrellas, más allá del mismo universo, saliendo de este y dando la vuelta para no volver jamás. Hay que vomitarlo todo, gritar más fuerte que el sonido de mil ollas caídas al mismo tiempo, quedándose sin aliento, un ahogo infinito de emociones enfurecidas que se pierden al viento, al cielo, a la nada y repercuten con si fervor y sonido estrepitoso por los pasillos laberínticos del universo. Es un fanatismo esquizofrénico. Es un grito eufórico de ira y desazón. Es la rabia de ser lo que uno no quiere o el enfurecimiento a causa de que otros te hayan hecho lo que ere y un periodo que no quisiste que sucediese. Grita, nada más grita. Con todo el corazón, con las ganas que tienes de estrangularle, con las entrañas que se te salen por los ojos y la boca… Con la pasión que suma todas tus pasiones. Grita y con tu grito destruye, rompe, asesina y da vida….
Como fanático de tus propias acciones |