“El día que no tengas nada de que preocuparte…preocúpate” o “No hay mal que por bien no venga” o “Mala suerte en el juego, buena suerte en el amor”, supongo que la mayoría de uds. A escuchado alguna de esas “frases” y probablemente nunca le dieron alguna importancia mayor, pero que pasaría si no fueran simples frases, que tal si esas palabras escondieran una verdad que cambiaria la forma de ver el mundo. Bueno, se que no deben entender de que les estoy hablando, así que será mejor que empiece desde el principio.
Eran las 6:45 AM, me desperté con la suave voz de mi madre que decía “Despiértate Gabriel, Despiértate…Vamos ya falta poco” al abrir mis ojos note inmediatamente que un sol brillante se colaba entre las rendijas de mi persiana y que aunque era temprano había un clima calido lo que indicaba que seria un precioso día de varano. Estaba contento, no era solamente un precioso día lunes, era el ultimo día lunes del año escolar.
Me arregle rápido y me fui al colegio. Estaba ansioso de ver a mis amigos y preguntarles que habían hecho el fin de semana ya que yo había estado muy enfermo y no había podido salir de mi casa.
Llegue al colegio y se notaba un animo diferente, los guardias sonreían en la puerta, el profesor de matemáticas había ido a trabar sin corbata por primera vez en todo el año y podría jurar que vi al estricto rector del colegio riendo por los amplios pasillos. Las pruebas habían terminado y estos últimos 3 días estaban destinados a un relajo mental, algo así como para mandar un mensaje de “a los alumnos que les fue bien relájense y disfruten…a los que no, sientan la impotencia de no poder hacer nada por 3 días mas”
La última pesadez del colegio según yo, pero a mi no me importaba, me había quemado el cerebro estudiando para que me fuera bien en las pruebas semestrales y había valido la pena, había sido el según mejor de mi clase. Para mi esto era casi un milagro ya que nunca me había caracterizado por ser un buen alumno, sino más bien por ser uno más del montón.
Al llegar a la sala note que mis amigos estaban en las mismas que yo, estaban relajados y felices por terminar ese tedioso año de 3° medio. Como solía decir Miguel “No importa si te fue bien o mal en las pruebas, por que ya pasaron, lo único que puedes hacer es disfrutar el fin de semana y dejar de preocuparte del pasado…” que maravilloso estilo de vida y debo admitir que me subió el animo mas de alguna vez en la que me saque un rojo. Lo mejor de todo era que lo que venia ahora no era un fin de semana sino que 2 meses y medio de diversión. Llegue a donde estaban mis amigos, Miguel, José, y Julio. Y un metro alejado de ellos estaba Sebastián. Los salude y de enseguida empezamos a chismear, parecíamos un grupo de ancianas sentadas en la vereda de un pasaje rumoreando sobre los vecinos, pero bueno…
- Y… ¿Cómo les fue en el fin de semana?- pregunte yo.
- Yo lo pase increíble. La fiesta de la cote estuvo impresionante.- Dijo exaltado José.
- Que suerte. Mis papas no me dejaron salir el viernes por el tema de las notas, pero el sábado me agarre a una mina muy rica!- dijo miguel con una sonrisa de oreja a oreja. Todos sabíamos que las mujeres para el eran algo muy importante en su vida, y no tenia de que quejarse. Era conocido por todo el colegio por ser un genio en los deportes y eso, junto con ser “buen mozo” siempre lo llevaron a estar con las mejores mujeres.
- Yo igual lo pase piola, El viernes donde la cote estuvo “filete” pero el sábado no lo pase muy bien en la “Balleti” (la discoteca del momento) – Nos contaba julio.
- ¿Y que hizo el Sebastián? – Pregunte yo susurrando para que el no me escuchara.
- No salio en todo el fin de semana, se quedo pintando para variar – respondió José –
- Me destruye el corazón, realmente e hecho todo para tratar de subirle el ánimo- interrumpió Julio.
- Todos hemos hecho lo posible para ayudarlo. Gracias a dios que tiene a la Vale a su lado para acompañarlo siempre, además le va IMPRECIONANTE en el colegio, eso también lo debe ayudar a sentirse más tranquilo.- explico Miguel.
De repente Sebastián se paro y se acerco a nosotros.
- ¿Qué onda? ¿De que hablan cabros? – pregunto Seba.
Todos callamos al enseguida y después de un momento de silencio lo “bombardeamos” con una serie de “No! Nada” “Puras tonteras” “De las pruebas que nos dieron la semana pasada” entre otras ridículas excusas. Todos sabíamos que el sospechaba un poco, pero no podíamos evitar ser diferentes con el y en mi interior sabia que eso era lo peor que podíamos hacer.
En el invierno Sebastián, yo y el resto de nuestro grupo de amigos fuimos a al norte a vacacionar, aya Sebastián conoció a Valentina, la mujer mas preciosa que e visto en mi vida, Morena, un metro 70 centímetros, ojos verdes y un pelo café largo y levemente ondulado, pero mi descripción se queda corta de palabras, ya que es imposible describirla y además de ser hermosa era cariñosa, extrovertida e inteligente, no falto mucho tiempo para que Sebastián y ella comenzaran una relación. Juro por dios que nunca había visto a alguien tan feliz en toda mi vida como a Sebastián en esa apoca, el y Valentina era la pareja ideal. Pero nada es perfecto. 2 meses más tarde la madre de Sebastián murió en un trágico accidente de auto. La luz en la cara de Sebastián se desvaneció por completo, el siguió siendo igual de cariñoso y simpático que siempre, pero algo cambio en el, algo que no se puede describir como un acto, era como si no tuviera alma, su sonrisa no demostraba felicidad y nosotros, sus amigos, sufrimos mucho por el, pero 5 meses mas tarde nosotros lo habíamos superado, pero de el ni hablar. Parecía que nada lo podría convertir en el mismo de antes. Desde la muerte de su madre había desarrollado una increíble afición con el arte, se pasaba hora y horas pintando en su casa un cuadro el cual nunca nos había querido mostrar. A nosotros nos sorprendía que su sueño fuera ser pintor, ya que con sus capacidades podría haber sido presidente, pero si el era feliz haciendo eso, nosotros éramos felices por el.
Yo y mis amigos nos la pasamos todo el día hablando y recordando los lindos momentos que nos dio este años y de los lindos momentos que nos podría dar las vacaciones.
Sin darme cuenta, ya era miércoles, ultimo día de clases, salíamos a las 2PM. Del colegio y desde ahí nos íbamos a las casa del David, un “multiricachon” que había prestado su casa para un asado generacional de fin de año.

Disculpen, pero debo interrumpir mi narración, talvez alguno de uds. Ya entiende cual es mi punto en la historia y ya logro descifrar a donde va todo esto, aun así, ahora iré al grano y entenderán con mayor claridad porque les conté todo lo anterior.

Llegamos a la casa de David a eso de las 3 de la tarde, me atrevo a decir que nunca había visto una casa como aquella, en la entrada, 2 pilares romanos te daban la bienvenida a la casa que al cruzarlos te dejaban un sentimiento de estar en la entrada del Partenón. Pero una vez dentro de la casa uno se fijaba en el contraste que hacia la arquitectura vieja con la última tecnología de punta, es decir, nunca vi un refrigerador con tantas opciones en mi vida. Bueno, una vez dentro de la casa sentí la urgencia de ir a hacer mis necesidades y le pregunte a David donde quedaba el baño, el respondió “Por el pasillo a la derecha” bueno, entre a ese supuesto pasillo y veo un corredor con 6 puertas a cada lado, entonces rápidamente entre a la primera puerta a la derecha que vi pero para mi sorpresa era la pieza de su hermano menor. Todas mis necesidades quedaron en segundo plano después de ver aquella pieza, era la pieza perfecta para cualquier niño de 12 años, 2 computadores de última generación, una televisión plasma y todos los juegos habidos y por haber, era como estar en una tienda electrónica pero solo con aparatos elite. No había nadie adentro y aun así no pude evitar entrar a revisar la pieza. Debo admitir que me sentí como un niño en una juguetería el día de su cumpleaños. De repente encontré una colección de películas en DVD pero para mi sorpresa era cosas que nunca había visto, ni siquiera que había oído hablar de ellas, de hecho eran solo dibujos animados, pero uno de ellos me llamo la atención, en su carátula salía escrito La ley de los estados equivalentes…
- Disculpa, ¿Quién eres tú? – dijo una voz atrás mió
- Hola! Soy amigo de tu hermano, estaba buscando el baño y sin querer entre aquí- dije tratando de explicar – Oye te puedo hacer una pregunta. ¿Qué es esto? – le dije apuntando la caja que tenia en mi mano
- No sabes lo que es! Como puede ser! – dijo realmente sorprendido el hermano de David. – es Hagane no Renkinjutsushi!
- … - quede perplejo, no entendí nada de lo que dijo
- Full metal alchemist. La más grande serie de televisión nunca antes emitida.- me trataba de explicar Antonio. como después recordé que se llamaba.
Estuvo por lo menos 45 minutos explicándome de que se trataba aquella serie. Al principio era para complacerlo y para que no se enojara ya que yo me había colado en su pieza, pero después debo admitir que su trama me dejo interesado, además lo contaba con tanta emoción que ni siquiera me acorde que tenia que ir al baño. La serie hablaba de unos hermanos que Vivian en un mundo fantástico donde la alquimia era la ciencia mas poderosa y se regia por una regla

“"Una persona no puede conseguir algo sin perder algo a cambio.
Para crear una cosa, debes pagar con otra de igual valor.
Esa es la ley de los estados equivalentes."”

Al terminar el día, la idea me quedo dando vueltas en la cabeza. Al llegar a mi casa me acosté en mi cama y me puse a pensar lo cierto que es ese principio. ¿Que pasa si la alquimia fue mal entendida? ¿Qué tal si en realidad ese principio no se refería a cosas de valor material sino que a un valor más intangible? Muchas veces me había cuestionado como podía ser que siempre que todo parecía ir viento en popa algo malo tenia que suceder y viceversa. Y Aquel día lunes volvió a mi cabeza. Que pasaría si yo estuve enfermo el fin de semana porque en la semana me fue muy bien en mis pruebas. Que pasaría si a miguel le fue increíble en el fin de semana porque sus notas no son las mejores. Y justo Julio lo paso bien un día y el otro no… ¿seria esto un tema de equivalencia? No estaba seguro, pero eso me siguió dando vueltas en la cabeza.
Al día siguiente me desperté todavía pensando en “los estados equivalentes”, ahora me fijaba en todas las consecuencias de los actos de la vida cotidiana. Ese jueves toda mi generación fue a celebrar a la “Balleti” y yo tenia algo en mente, llevaba meses planeando las acciones de esta fiesta y como pensaba transformar todos los días que pase seduciendo a Vanesa en un solo beso, ella las mujer que mas había deseado desde el kinder garden pero siempre había estado de novia con alguien mayor. Ahora, por fin soltera, iba a hacer mi movida. Me sudaban las manos, estaba nervioso, llevaba 3 horas en la fiesta y no me atrevía a decirle ninguna palabra. Siempre tuve un miedo increíble al rechazo y a la humillación así que para mi esto era algo más importante que obtener el beso o no. Me paseaba de un lado a otro viéndola bailar en la tarima. Necesitaba algo que me diera el coraje así que me tome un par de tragos, después de media hora decidí subir en la tarima, pero me había excedido en el uso de alcohol, al subir me tropecé y caí humillantemente al frente de todos mis amigos y conocidos y por supuesto, de ella. Sentí como el mundo se me derrumbaba, rapadamente me levante y sale caminando por la puerta como si nada hubiera pasado, en ese momento me pregunte donde estaba la equivalencia de lo sucedido, perdí todos esos meses seduciéndola y no tuve recompensa alguna. Estaba ahí, sentado en salida, desilusionado por lo que paso con Vanesa y la falla en los estados equivalente, no solo no conseguí a la chica sino que hice el ridículo en público, justo lo que más me molestaba. De repente sentí una mano en mi hombro, mire hacia atrás y ahí estaba ella, me pregunto si estaba bien y yo tartamudeando le respondí que si. Me agarro de la mano y me dijo que estaba feliz de que yo me hubiera caído, yo desconcertado le pregunte porque. Ella me dijo que así tenia un excusa para salir a verme y quedarse a solas conmigo, en ese momento las manos se me helaron, trate de decir algo pero ni una palabra salía de mi boca, pero no iba a dejar que se me escapara el momento, así que suavemente le agarre la cara y le di un apasionado beso, de repente sonó su celular y era su padre, se tenia que ir temprano porque al día siguiente ella y su familia se iban a vacacionar al caribe. Y así de simple se alejo de mí. Mi felicidad en ese momento era única, no solo había conseguido a la chica sino que la equivalencia se comprobaba, el hecho de que yo me humillara era indispensable para que Vanesa saliera y estuviera conmigo, si no me hubiera caído probablemente ella no hubiera salido a verme y nada de esto hubiera pasado ¿pero cual fue el precio que pague por esta felicidad? El precio fue la humillante caída. Todo encajaba perfectamente, pero ahora tenía que comprobarlo y solo había una persona capaz de ayudarme con una idea tan descabellada.
Al día siguiente me desperté a las 12AM y que puedo decir, esto para mi era un record, creo que nunca en mi vida me había despertado tan temprano un día de vacaciones y menos después de una fiesta, pero esto lo ameritaba. Tome mi bicicleta y Salí rumbo a la casa de José. Al llegar su madre me abrió la puerta, corrí a la puerta de José y al entrar lo encontré durmiendo en ropa interior con cara de “denme un vaso de agua”… algo muy común entre mi grupo de amigos. Siempre que hacia calor y el día anterior habíamos tenido una fiesta, en las mañanas nos despertábamos deshidratados y acalorados, una sensación muy desagradable, nosotros le llamábamos “efecto camello” ya que pensábamos que así se sentían los camellos después de viajar mucho tiempo en el desierto. Lo desperté de enseguida, pero con un vaso de agua en la mano, para que no se enojara conmigo y ahí le conté todo, toda mi teoría sobre la alquimia y como se aplica a los sucesos de la vida cotidiana. También le conté lo que me había pasado la noche anterior.
- Y…¿Qué pensai’ hacer ahora? Y lo mas importante de todo ¿Por qué chucha me despertai’ a esta ahora pa’ decirme esto!? – me pregunto José con un “leve” toque de hostilidad en su voz
- Te desperté porque estoy emocionado po’, imagínate pudiéramos controlar esto!, podríamos tener lo que quisiéramos – le explique emocionado
- ¿y que tengo q ver yo en todo esto? – siguió preguntando José un poco desconcertado.
- Necesito que me ayudes a pensar como… como podríamos comprobar esto sin hacer el ridículo – le dije
- ¿Qué día es hoy?
- Viernes… ¿por? – pregunte sin saber a que quería llegar José con esto.
- Tengo una idea – dijo José muy seguro de si mismo.

Eran las 3 de la tarde de ese mismo día. Estábamos en el último lugar que cualquier persona en vacaciones desearía estar…el colegio, pero a las 4 de la tarde empezaba el torneo Ínter-escolar de verano, y como siempre Miguel jugaría como capitán de nuestra selección de fútbol. No exagero cuando digo que esto era un paraíso en vida para Miguel. Era su mejor oportunidad para demostrar su talento en los deportes y conquistas mujeres al mismo tiempo, y como siempre, intentar de conquistar a Daniela, una alumna de un colegio muy lejano al nuestro… para nosotros ella era una leyenda, era la única mujer que Miguel nunca había logrado interesar, talvez era porque solo se veían una vez al año ya que ella vivía al otro extremo de la ciudad, pero aun así, era la piedra en el zapato de Miguel, ambos competían desde muy temprana edad en este campeonato y el siempre tubo intención de acercarse a ella pero nunca logro entablarle una conversación.
Eran las 4 de la tarde, hora de los partidos, 36 colegios participando, cuales eran las posibilidades de que justo el colegio de Daniela y el nuestro se enfrentaran. Esta era la oportunidad que estábamos buscando, el plan de José saldría mejor de lo que pensamos. Le dijimos a miguel, que nosotros podíamos conseguir que Daniela se interesara en el, pero el tenia que dejarse perder el partido, Miguel empezó a llorar de la risa hasta que se dio cuenta de que estacamos hablando enserio. Sabíamos que no seria fácil convencerlo, y sabia que si se dejaba perder y no conseguía a Daniela nunca me lo perdonaría pero yo estaba demasiado convencido de que funcionaria.
5:25 de la tarde… últimos minutos de partido, 0-1 el resultado en contra y paso algo inesperado, penal mal cobrado a favor a mi colegio, una discusión se forma en el área de los rivales, pero la decisión ya fue tomada y el encargado de ejecutar el balón… Miguel, esta era la oportunidad única en la vida, era como si dios le peguntara indirectamente “tienes Fe o no hijo mió…”. Yo y José estábamos expectantes desde la tribuna. Miguel acomodaba el balón, corría hacia el arco y… FUERA! Lo había fallado, el partido terminaba y los del equipo contrario se abrazaban y celebraban mientras miguel tristemente se acercaba a nosotros, parecía arrepentido de lo que había hecho, pero al menos yo si tenía fe. Al llegar miguel me pregunto “¿y Daniela donde esta?”
- No se – le dije- pero calma, de alguna forma tiene que llegar, se te va a presentar la oportunidad.
- ¿¡Qué!? ¿Todo esto fue un simple intuición tuya? Es decir que me hiciste renunciar a una de las cosas más importantes de mi vida por una de tus ideas esotéricas idiotas! – me dijo Miguel al borde de un colapso. Yo sabia que el era muy escéptico, pero tenia fe de que todo resultaría, así que lo traquilizé y espere a que algo pasara.

Eran las 6:45 de la tarde, la gente ya estaba abandonando el colegio. Nada había pasado, Daniela ni siquiera se había acercado a Miguel en todo el tiempo, miguel ya se había resignado y se había ido a caminar solo por las canchas hace más de una hora. En mi interior, estaba un poco arrepentido, no entendía como podía ser que había perjudicado a un amigo de tal forma con una acción tan poco premeditada, pero ahí fue cuando la magia ocurrió. vi. a miguel tratando hacia mí dirección desde muy lejos, pero para entonces ya sabía que algo había pasado.
- ¡No saben lo que paso! – dijo miguel, aunque yo ya tenia una idea de lo que había pasado – Iba caminando por las canchas cuando de repente apareció ella y no pude evitar ir a hablarle, de repente ella me dijo “aaa. Tu eres el que se perdió el penal” y yo no encontré nada mejor que decirle “si, yo fui, pero no me lo perdí, lo tire mal apropósito, fue un penal mal cobrado y no vale la pena ganar así” y ahí quede con la imagen de niño bueno. Lo que paso después, uds. Ya se lo deben imaginar jajaja – concluyo miguel, riéndose, pero no de cualquier forma, sino que fue esa risa de felicidad pura.
Yo, anonadado, mire a José, que estaba igual de impactado que yo. Unos segundos mas tarde Miguel nos bombardeo con una serie de preguntas “¿Cómo supieron?” “¿Qué es lo que no me están contando?” Y otra de ese mismo tipo, al final para mi sorpresa Miguel dijo, “no se como adivinaste esto, pero lo mas increíble de todo, es que el penal lo trate de meter y se me fue”
Ese día en la noche decidí juntar a mis amigos, para contarles mi descubrimiento, al principio parecían incrédulos, pero al pasar del tiempo se fueron convenciendo gracias a las anécdotas que les conté relacionadas con “La equivalencia”. Todos estábamos ahí, Yo, Miguel, José y julio, pero Sebastián nunca llego a la junta, se quedo en su casa, al igual que todos los días… pintado.
- No puedo creer que Sebastián no haya venido, con el entusiasmo que nos pediste que nos juntáramos yo pensé que te habías ganado la lotería – dijo julio.
- Acaso no entienden, esto es mejor que la lotería – les explicaba.
- Mmm hay algo que no me cuadra – dijo julio – tu dices que la equivalencia siempre a estado presente ¿no? Y que siempre que nos pasa algo malo nos pasa algo bueno y viceversa ¿no?... entonces, ¿donde esta la equivalencia en la vida de Sebastián? ¿Porque no le a pasado algo equivalentemente bueno a la muerte de su mama?
En ese momento, el mundo se me vino abajo, trate de buscarle una explicación racional de porque no le pasaba nada bueno… ¿acaso estas fuerzas se equivocaron en la ecuación y pensaron que la llegada de valentina a la vida de Sebastián era igual de importante que la ida de su madre de este mundo? Julio tenia razón algo andaba no andaba bien.
Esa noche apenas pude dormir, estuve buscando alguna explicación para la “in-equivalencia” en la vida de Sebastián y finalmente llegue a la conclusión que cualquier persona hubiera llegado: El acto de bien reciproco en la vida de Sebastián no había llegado todavía. El día siguiente me desperté y lo fui a buscar a su casa , Mi plan era invitarlo a ver una exposición de arte contemporáneo que había llegado a la ciudad por esta semana para subirle el animo y buscar formas de cómo ayudarlo a encontrar esa felicidad que faltaba en su vida, así que llame a un taxi para irme a su casa, pero el taxi demoro mas de media hora, cuando llego me dirigí a su casa, pero para mi sorpresa su padre me dijo que estaba en el parque obviamente pintando, yo estaba sorprendido ya que recién eran las 11 de la mañana, esto me hacia dar cuenta de que realmente estaba apasionado con su pintura, ya que llevaba mas de 5 meses pintándola. En fin, me tome un bus hacia el parque donde el estaba ¿y que creen? El bus se quedo en pana, así que tuve que bajarme y empezar a caminar hacia el parque, a esas alturas ya estaba muy enfadado, pero esto no terminaba aquí, cuando solo quedaban un par de cuadras para llegar al parque me encontré con Vanesa, si, la misma que había besado a la salida de la “balleti” hace un par de días, y le pregunte que hacia acá y me respondió que se había tenido que devolver por una “emergencia familiar”, obviamente no pude decirle que estaba ocupado y me tuve que quedar conversando con ella cuando en realidad lo único que quería era encontrarme con Sebastián. Ya se me había hecho tarde, para cuando llegue al parque eran las 2:00 de la tarde! Y para peor no pude encontrar a Sebastián aya, probablemente se había devuelto a su casa, lo mismo hice yo, frustrado me devolví a mi casa y me acosté en mí cama a descansar, cuando de repente, me suena el celular, era José:

- ¿Escuchaste? ¿escuchaste lo que le paso a Sebastián? – dijo el
- No, ¿que le paso? – pregunte asustado
- Se va! Se va a Italia! – Dijo José entusiasmado
- ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? – seguí preguntando, sin darle crédito a las palabras de José
- Me llamo y me contó que estaba en el parque y que un famoso critico de arte vio su pintura y quedo fascinado. Se gano una beca para ir a estudiar a la mejor escuela de arte de Italia.

Fin de la historia, ahí comprendí todo, la equivalencia trabajaba por si sola, si yo me hubiera juntado con el, nunca habría descubierto su obra, nunca hubiera cumplido su sueño. Lo que es yo, ya no manipulo el destino, creo que hay ciertas cosas que es mejor dejar tal como están, digamos que es un poco mas emocionante, Aaa y antes de que se me olvide, el cuadro de Sebastián se llamaba “Madre Mía” una retrato de su madre que había hecho en honor a ella, aunque sea duro decirlo, si su madre no hubiera muerto… bueno uds. Saquen las conclusiones.



FIN.