En el momento de decidir, en nuestro laberinto gris, un choque de impulsos marca el rumbo del futuro inmediato y baraja las posibilidades del futuro distante.
Ves una puerta y te produce pensamientos imperceptibles, lo cotidiano te ha marcado como normal y obvio lo que ella representa, lo que ella materializa; y olvidando lo realmente importante nos dejamos de imaginación, nos envolvemos en costumbre.
Vi una puerta cerrar y tú figura desaparecer, fue tan difícil para mi detener ese vago que te acompaño en la noche y vigilo tu sueño, fue realmente imposible no guardarte en mis lentes y repasar lo dulce de tu sonrisa en la imagen del ventilador. Es la puerta la que marca la diferencia, es como la cruzas, es la mirada niña que atraviesa la madera, es el lado donde tu cuerpo reside y en el que tu fantasía juega, son las voces no escuchadas y las conversaciones que mantengo con tu recuerdo, hablando contigo mientras unas cuantas puertas detienen mi mano, encierran mi lengua.
La puerta siempre hace lo suyo, esta obligada a hacerlo, no tiene opción; la puerta se cierra, pero nosotros… interpretación danzando con acción, es la que envía los impulsos, es la coordinación en la elección la que hace el futuro agradable.