A veces, cuando me abrazas,
siento que puedo volar.
A veces, cuando tomas mi mano,
es como si acariciaras mi alma.
A veces tengo la sensación
de que puedes tocar mi corazón con una simple mirada...
Y a veces, sólo aveces, me doy cuenta de que:
aunque en mi interior algo se muera,
nunca he estado tan viva,
ni sentido tanto dolor.
Nunca en mi vida había amado,
ni me había ahogado entre lágrimas de pasión.
Jamás había encontrado a alguien
que mereciera todo mi corazón.
Nunca pensé que al entregarlo,
estaba firmando mi propia aniquilación.

[...y aún así,
Te amo:
Porque no sabía que era vivir hasta que te conocí.
Porque no podía imaginar que se podía volar de ilusión, hasta que me diste tus alas.
Porque no sabía que con una simple palabra se podía romper un corazón.
Porque no creía que una vida se podía extinguir en una canción...