Todos los días huyo,
cada nuevo día necesito escapar un poco más lejos para poder soportarlo,
pero cuando en verdad logro establecer la más efímera conexión con la realidad, vuelvo a sentir el vacío que intentaba dejar atrás...
Y comienzo nuevamente,
me digo a mi mismo que debo seguir adelante,
que la vida está repleta de oportunidades y que no necesito de X para vivir,
y así pasan los días, las semanas y hasta los meses,
y cuando creo que ese sentimiento angustiante y perturbador ha desaparecido de una vez y para siempre, ahí está como el más fuerte de los vientos para derribar sin reparos y con la soberbia más abrumadora todo ese mundo de mentiras que necesitaba creer para convencerme de que vivía con alegría...
En esos momentos me sumerjo en un laberinto de recuerdos que por varias horas renuevan mi esperanza de que vuelva a formar parte de mi vida y así termine la historia...
Pero no...cuando me aparto de mis eternas ilusiones y veo a mi alrededor, descubro que esta soledad nunca va a poder ser desplazada mas que por X...
Lo más duro es que se que eso es casi un imposible.