Hay una sirena hecha de conchas de caracol pegada en la pared de mi cuarto con los listones de su cabello al viento de la ventana... Sus manos se acercan para advertirme en las noche gira, padece y me maldice otras me acurruca entre sus brazos de seda y lame mis cicatrices Besa mis sueños y acaricia mi pelo de estrellas...
Texto agregado el 30-08-2007, y leído por 210 visitantes. (2 votos)