Me hablaba murmurando al oído,
una gota celeste se deslizaba por mi rostro,
a lo lejos suspiraba el viento,
seguramente frío, pero su aire era cálido;
parpadeaban las olas de mar en su orilla,
sólo restó levantar la vista...

y el horizonte me quedaba muy lejos.

El oído escuchaba el murmurar de su habla,
froté las manos por mis piernas,
insinuando caricias de abrigo,
el aire era cálido, pero se sentía frío;
frecuentaban las aves con su sonido,
sólo imaginé el canto en mi garganta...

y la distancia hacía añicos en mi voz.

El murmullo de la conciencia, halló el silencio en mi oído,
acuné entre los brazos mis tobillos,
predestinó la mente un respiro
que se apretó en el pecho, contenido;
exhalé por entre mis labios el aliento herido,
sólo el ciego testigo, y me paré con zumbido...

y un nuevo sueño libre me esperaba en el camino:

Llegar al horizonte,
aún con la distancia,
a la libertad de mis sueños!

)-(