Si solo prendiera una pequeña chispa de amor en tus ojos
Para regar los plantíos que he impregnado con tu nombre
Sobre los escalones de cada escalera en que antes nos veíamos.

Los atardeceres de este verano, tan seco y húmedo
Tratando de eliminar mis vahos madrugadores ya vienen, ¡Ya están aquí!
Y a la velocidad de un chasquido me los quitaran.

Bienaventurados aquellos que no han perdido nada
Y contemplan los atardeceres sin temores retrasados
Y llenan sus ánforas con todos los efluvios nacidos.

Legare sin temor y sin nervios todo lo nuestro
Recorreré las vías que antes no estaban
Para poder esconder nuestras miradas de noches.

Es tan seco este día, a esta hora que mi piel cruje
Falta tu presencia de hembra satisfecha con tus manos limpias.

El bello sol he llegado a odiarlo,
Me ha quitado la frescura de tus ojos,
En las mañana,
Tus labios rosas y suaves están presentes en mi mano derecha…

Creeré que esto no es más que un maldito sueño a punto de explotar
Por siempre de mi cerebro,
Pero el sonido tosco de mi arma me demuestra todo lo contrario.

Septiembre 14 1986