Creo que ya era tiempo de volver a escribir
Escribir qué?
Ni idea. Ojala lo supiera.
Creo que nunca se que escribir, solo lo hago.
Como ahora.
Hay muchos otros que saben que escribir antes de hacerlo,
No es mi caso, nunca se bien que quiero hacer.
Mi problema de inseguridad en momentos es bastante crítico
Pero en momentos eso me hace creer en mi hipótesis del jazz
Me gusta el jazz por algo de improvisación, por algo que no es rígido
Por algo que es cambiante, mutante y los otros "ante" que puedan haber.
Puede ser un problema como un beneficio tener inseguridades y no saber que mierda hacer con ciertas cosas en la vida. Pero aun así no estoy seguro cual de esas me inclino, problema o beneficio?? Ni idea.
Eso es jazz, creo.
Quizás el jazz hasta ni tenga una definición y solo estoy “fucking arround” como se dice por ahí. No se, no se, no se.
Que se? Uf.
Del amor? Por favor, no hablemos del amor… (Enciendo un cigarrillo)
Sabía muchas cosas… o creía saberlas.
Pero ahora…
Tal como el jazz dio un giro inesperado,
Dejo de sonar y de un momento a otro la melodía, los acordes, corcheas, entre otros
Cambiaron abruptamente de ritmo y en momentos sentí que se reía de mi, si, el amor se reía de mí, de mis parámetros, de mis premisas, de mi paradigma, de mí, de pies a cabeza. Y me hallé solo en el escenario sin trompeta con una luz enceguecedora pero la música sonaba sin parar hasta volverme loco, sin entender una maldita nota. Creo que termine de tocar jazz y comencé a ser un payaso en ese mismo escenario, pero el público seguía siendo el mismo, atento para ver que hacia este tonto hombre enamorado que se dejaba llevar (en un corto momento) por la soledad y termino tragándose su propia inconsecuencia. Ese público se volvía cada vez más ingrato, no prestaba atención y menos dio un aplauso después de ver todas mis payasadas, entiéndase por payasadas todos los esfuerzos que en su momento eran valientes y luego pasaron a ser casi una ridiculez y una burla a mis propios sentimientos. Era casi divertido volver a recordarme haciendo todos esos milagros, viajes sin dormir, eternas caminatas por patronato o disfrazándome a ultimo momento como Robert de Niro, en fin, como diría un gran maestro mió, que boludo!!
Si, he sido victima. Y quizás lo sea el resto de mi vida. Victima de lo mejor y peor que le puede suceder a un hombre, algo llamado mujer. Y así como en el jazz todo dio un giro y tomo un ritmo que se guió por si solo, tomo vida propia y me tomo hasta no soltarme. Es como esos momentos, esos grandes momentos del jazz donde todos parecen estar en trance, la música se vuelve un desastre y todos los espectadores aplauden como si lo que estuvieran escuchando fuera algo extraordinario y solo es un desorden horrible de notas que parece no tener fin y obviamente lógica. Supongo que la idea de eso es justamente entrar en el caos o la catarsis artística que cada uno de nosotros debería experimentar en su propia expresión personal. En fin, ese desastre musical que otros titulan de extraordinario, en el amor para mi fue y es una mujer. Si, y solo una, hasta ahora.
Seguiré pensando y creyendo que este jazz tipo montaña rusa continuará quizás por mucho tiempo con aquella mujer a la que he dedicado mucho mas que unos versos, canciones, risas y llantos. Seguiré porque así como el trompetista por las noches le es imposible salir a la calle sin su instrumento para perderse por las calles mojadas, para mi me es imposible dormirme por las noches sin ser tu nombre la ultima nota que salga de mis labios.

Y eso fue lo que escribí sin saber que escribir ni a donde ir.