no estoy cansada
no tengo hambre
no tengo calor
los muñecos estan sentados en las estanterias de las tiendas
todos
con cara de calor
cabellos pegados en la frente caen de manera fea sobre las orejas
los carrillos llenos de aire
se ven pecas extrañas alrededor de las bocas
las licras pegadas a la piel
todos prisioneros

he recorrido toda la ciudad
he mirado de reojo, a ambos lados de la calle,
persiguiendo tu perfil en las perspectivas,
buscando que te despegaras de alguna pared,
que aparecieras ahí, justo en frente,

abriendo puertas de bares, de tiendas.
he pisado la sombra de los perros en las plazas
siguiendo un camino me he hecho a mi misma,
he sabido alimentar mi sed,
ajena a todo,
casi
Dónde te escondes?

Te huelo,
tu piel me llama al caer el sol,
siento calmar tu boca con una cerveza
y el sabor que te queda en los labios
soy yo
se que te sueño,
se que te sueño,
nos dolemos…
Pero eso ahora me da igual.

Que bonito ver a las señoras,
con sus vestidos de reina de la calle.
Y los perrillos, tan feos,
bizcos y babosos,
en brazos, qué monos.
Y los niños, locos,
saltan y persiguen como yo
la emoción que el dia todavía les debe.

la emoción de mi día tiene tu nombre
y no te me vas a escapar.
Voy riendo,
feliz ya de haberte encontrado.