Testimonio de "Seamos Esperanza". Proyecto de ayuda a los hermanos del sur del Perú, a raiz del terremoto del 15 de agosto del 2007


Yo me enteré de “Seamos Esperanza” por un mail que me llegó al día siguiente del terremoto. En principio yo fui a organizar las donaciones pero terminé yendo a Chincha. Desde que llegamos al Sur nos dividimos en brigadas para poder organizarnos mejor y cubrir la mayor cantidad de pueblos posibles para brindarles la ayuda necesaria.
En mi experiencia tuve la oportunidad de ver una realidad que pensé que no podría vivir nunca, pero me di cuenta que estaba en nuestras manos responder al llamado al servicio, responder a ese proyecto del cual somos protagonistas. Lo que más me impresionó fue ver qué pedía la gente, qué pedían sus miradas, no eran víveres o ropa, era a Dios.

Ante momentos de crisis muchas veces nos alejamos del Señor y por eso creo que nuestra misión de ayudar al prójimo es diferente. Nosotros fuimos para llevarles no sólo donaciones, sino también a Dios. En mi opinión la organización de todo este trabajo ha sido muy buena y nos ha permitido que cada día crezcamos más y podamos cumplir todas nuestras metas para ayudar a nuestros hermanos.