Si morir fuera lo suficientemente rápido, tal vez las venas dejarían de pasar la sangre a la eternidad.
Manchas de dolor cubren el suelo, y las lágrimas son lentas, no quieren mirar el espectáculo que se forma alrededor de este terrible escenario
Te miro y no me ves, tu mano roza la mí pero no la siento, tus labios se posan suavemente en los mío, - cuanto ame ese roce-. Pero ya no lo siento.
Sé que fui cobarde, pero no hallé que hacer, todo estaba mal. Me sentía mal, quería escapar, desaparecer, no soportaba sentir el aire en mis pulmones sabiendo que no era feliz que de eso pasara.
Me repetiste tu amor, pero nada fue suficiente, sentía que no podía dejar de llorar, la oscuridad se apoderaba de todo, no tuve tiempo para recordar los momentos contigo cuando la idea de la liberación asomo como cruel rayo de sol en este frío.
El espejo frente a mi mostraba en lo que me convertí, un terrible trozo de nada y de todo, de dolor y cansancio, de principio y de fin. Y no supe que pensar, golpee esa imagen, y los trozos de mi que cayeron me dieron la respuesta.
No sentí dolor, solo rabia, desesperación. Por favor no llores más, déjame ir, lo lamento, me arrepentí demasiado tarde.
Traté de llorar, pero la sangre no dejaba circular nada más, déjame ir ahora, que cada lágrima tuya me mata de nuevo…
Te juró que no te dejaré solo, dormiré a tu lado cada noche, tocaré tu mano al dormir, besaré tus labios saludando al alba, pero debes dejar de sufrir, estaré bien, lo prometo.
Dios, extraño tanto tus labios, tus brazos me acercan a tu pecho y no lo siento, tus labios grita y no puedo responder, pero es tarde, no supe que hacer…Perdón.
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