Me desperte enfrentada a un techo que no es el de mi casa, al borde del medio día. Me costó dos segundos recordar mi genial idea de invitar al señor que dormía desnudo a una almohada de distancia, a quedarse conmigo en un motel.
Por la cresta pensé, ¡como eres tan tonta¡, ¿no que te gustaba este cristiano?, si de hecho hasta me puse unos calzones horribles para boicotear cualquier intento...pero a quien quiero engañar, ¿donde más iba a terminar la cosa despues de un año sin sexo?. Además, calzones feos, son una razón en si mismos para sacarselos y luego.
Y sin embargo, le miré de reojo aguantando la respiración para no despertarlo y que me viera culposa como quienceañera después de la performace nocturna, francamente impresentable. Tenía que salir de ahi como fuera. En menos de cinco horas, más de una docena de compañeritos de mi hija invadirían mi casa con gritos, disfraces, regalos y dientes por medio. Sus madres confiarían en esta buena mujer para cuidarlos unas horas, sin sospechar que no he pegado un ojo y mis capacidades de contención y limites están en su último respiro. Mi ex marido estará allí, ayudando con los titeres, jurando que mi cara tiene que ver con que aun sufro lo indecible por su desamor, hasta mi abuela estará comiendo torta. Y yo, andaré con delirios persecutorios por que sentiré que tengo olor a motel, y cara de haber dormido con otro, es más juro que se me notará haber disfrutado más de un orgasmo. Pero no, lo peor era la idea que rondaba, en la que este señor quizas no se dignaba a darme más noches como esa...no en vano el discurso social dice lo que dice y dicta lo dicta.
Eso pensé cuando me bajé de su auto y me dijo con voz de refrigerador, mantengamos el contacto.
Bueno pensé yo ...lo comido y lo bailado...¡piensa positivo mujer¡ y me fui enfrentar el batallón de pre-escolares.
Al fin pensé, esto pasó sin pena ni gloria, no será el último al que no le parezca seguirme viendo, no hay daño alguno, de hecho me devuelvo con más de algún beneficio y nadie lo sabe...asi que no hay preguntas ni expectativas...¿no?, no me atreví a contestar.
Sin embargo, no contaba con mi astucia, había preparado un diaporama con fotos de mi hija desde que nació. Y esperé a que todos estuvieran sentados y dispuestos para verlo, conecte el data, abri el laptop, y lo primero que vi proyectado a todo color y en proporciones de cine, fue la foto de un hombre que por segundos no supe quien era, hasta que reconocí claramente el compañero de pieza de la noche que me había dejado cansada y contenta. Una tras otra, las caras se giraron hacia mi en miradas interrogantes y sonrisas perversas, mientras yo trataba de acordarme cuando había tenido el desvarío de poner la foto que me envió por mail, de fondo de escritorio. Mientras, mil hormigas calientes me subían por la espalda y sentía casi en la nuca la respiración de mi ex. De pronto mi abuela rompió el silencio dirigiendole a mi ex marido una frase para el bronce, "mijito, na que decir, ta mejor el de la foto que usted"
Y yo me pregunté, por que sigo comportandome como si tuviera anillos que presumir...si más que mal al que se le acabó el amor no fue a mi.
Efectivamente, como dijo mi abuela, está inmejorable el señor de la foto, vealo no más y ojala bien seguido, me índicó saboreando la torta, ....Escuchanos señor te rogamos, pensé yo mientras tomaba dos titeres y me colocaba detrás del mamotreto con mi ex para comenzar el espectaculo de muñequitos, pensando haga lo que haga no lo mires...
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