La música fue mi cómplice absoluto y la noche, y ahora que ha pasado el tiempo los días, te recuerdo y una sonrisa asoma a mi cara y aun cuando he debido quizá sentirme culpable por tamaña osadía no lo hago, no lo siento así, es mas, un gusto especial dejó esa noche en mi en algo mas que mis labios…
El lugar muy acogedor, las tres “B” bueno, bonito y barato, llegamos como a eso de las 12:30 algo tarde para pensar en cenar, primera vez que yo estaba ahí, auspiciada por mi amiga Criss e invitada por su primo llego esa noche, primero al entrar imaginé quesería un lugar popular, medio rasca como los locales del pueblito del parque O”Higgins (nunca he logrado extirpar de mi ese dejo de burgués que llevo en la sangre…-“ Mamá no seai tan cuica!!”.- me han dicho mis hijos en mas de una oportunidad),esa noche imaginé que sería un lugar de medio pelo, pero no fue así, el lugar no muy grande, una pequeña pista de baile, un bar en otro ambiente, mesas para 6 y 4 personas, el muro al fondo cubierto de cielo a suelo por un espejo para dar mas amplitud, todo el lugar en blanco y burdeo hasta los baños decorados en esos tonos y llenos de espejos; cuando entramos se les hacia poco el tiempo a los garzones para correr a atendernos el maître se acercó durante toda la noche a nuestra mesa, al llegar cantaban boleros y mientras oíamos pedimos un aperitivo el típico pisco sour, vimos la carta de vinos, comida etc, pedimos y fue de repente que nos dimos cuenta con la Criss que todas las miradas venían a nuestra mesa, era extraño quizá para todos que llegara un hombre solo con dos mujeres a cenar y bailar, prejuicio provinciano pensé, yo y Criss un par de mujeres maduras pero no por ello menos atractivas, 2 rubias buenas pa”l baile dije yo.
Entre aperitivo y cena vamos bailando entre los 3 y todos mirando, los hombres con miradas lujuriosas y de envidia, las mujeres con una mirada de ira que si hubiera podido fulminarnos no habríamos vuelto a nuestra casa, de repente siento en la piel una mirada que me seguía y no podía encontrar, hasta que viendo alrededor nos encontramos…él veía mi reflejo en el espejo que enfrentaba mi mesa, todo después fue un juego de miradas”cambio de luces” y solo eso, bailé hasta el cansancio y por azar cada vez que me sacaban a bailar terminaba haciéndolo junto a su mesa o al lado de él en medio de tantos, él un muchacho de unos 30 años no muy alto, piel blanca y unos ojos verdes cristalinos muy muy grandes que me seguían y me miraban a cada segundo en cada paso.
El calor me sofocaba y el cansancio y esa necesidad loca mía de ir al baño a cada rato…
cenamos , bailamos, bebimos todo bien, en una de esas idas mías al baño lo encuentro al salir, había allí un salita como de espera un sillón , un espejo mural una bella mesita de pino oregón y dos puertas dividiendo los “servicios higiénicos”, al salir del baño a la salita me lo encuentro frente a frente, me mira y yo sujeto la mirada, luego al salir me abre la puerta para darme la salida y a mi me llenan las ganas de volverme y besarlo y… ¡¡lo hago!!.
Me volví sobre mis pies y lo tomé del pecho, lo empujé hasta dejarlo apoyado en el espejo y lo besé , lo besé con todas mis ganas, él entre el asombro y las ganas no se resistió a mi acoso, de pronto se suelta y me pregunta por qué y yo solamente le dije ¿acaso no te gustó o no querías hacerlo? Entonces me abraza me toma él a mi, esta vez mi espalda queda pegada al espejo , me besa ansioso y yo enredo una de mis piernas a su cintura, nos besamos ansiosos ganosos , sabiendo que no podía ser mas que eso en ese momento, luego ya nada, me deshago de su abrazo, arreglo mi pelo un último beso suave, casi un roce y cada uno a lo suyo a su lugar, nos seguimos mirando yo seguía bailando y él a la distancia comiéndome con los ojos, seguía la noche , la risa y el baile cada uno en su lugar de pronto Joe Vasconcellos dice en medio de su canción que ya son las 6 de la mañana … y yo bailo y dice que se ha quedado con ganas de otro baile contigo….
entonces yo sigo bailando junto a la mesa del muchacho de los ojos verdes…
y canto mis ganas de “otro beso contigo” y un lugar “en tu cama”, le canto mientras bailo y hago evidente esa última frase de “un lugar en tu cama”,él me mira y se sonroja yo coquetamente sonrío absolutamente a propósito, me gustaba ese juego de seducción prohibida.
Pasan las horas bailé de todo y toda la noche después casi al final una Sambada y yo salgo a bailar , nuevamente quedo al lado de él bailando, su pareja se enoja y se lo lleva a la mesa y yo descaradamente me acerco a bailar cerca de su mesa y muevo mis caderas al son de la música , la música brasileña me encanta!! ( acaso mis raíces afloran con ella…), pasa el rato y he bailado solo para él y lo ha notado, ya es de madrugada, las 5:30 de la madrugada, es tiempo de irse digo , miro hacia su mesa y se ve que están prestos a retirarse, voy nuevamente al baño, lo miro, me sigue entramos, me toma y me besa muy ansioso no hay palabras, besos ansiosos nada mas eso , luego me deshago de su abrazo y me dice-“ gracias por el baile y la propuesta pero…”- y yo le tapo la boca con mi mano, le doy un beso suave y después le digo adiós.
me dice “oye cual es tu nombre?”
y le respondo
y el tuyo? Le pregunto…
¡Jorge! me dice y pienso…
¡¡¡Puta Madre!!! otro mas, ese nombre me sigue en la vida, siempre me sigue en la vida .
Pucón Agosto 2007
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