Partió un día cargando todas sus lamentaciones.
- (Fue desplazada por unos pocos
- que se creían como si fueran tantos como el resto.)
Consiguió en el transcurso del ciclo vital, el total perdón,
de todos aquellos que le amaban y murieron con desesperación.
Sus pasos y leyendas fueron el futuro de unos cuantos;
- la inspiración de tantos.
Y más desesperados seguían sus caminos y huellas,
- ideales y pesares
llenaban sus estómagos sus energías.
Escombros,
matorrales,
basuras, fueron sus refugios nocturnales,
sin tomar en cuenta que dormía con los cadáveres
de las calles,
de los puertos,
de la selva,
de las morgues
de todas partes, a toda hora,
- en los climas cambiantes.
La leche y miel que caía del cielo
le golpeaba el hígado y la espalda.
Pero seguía viva,
para poder vivir hasta el infinito espacio vacío,
y así se superarse para vivir en nombre de otros.
Cuentan los que le conocieron en esos parajes
que antes de la muerte de alguno,
el dolor lo reflejaba en cada palmo de su territorio
y unas lágrimas florecían,
- (Dicen los amigos que eran dirigida para la madre.)
Y los rencores de la patria fue tanta, que ésta;
- cambio tantos nombres y transformo su geografía
- glorifico al invasor; y todo lo termino.
Le cantaban en silencio
en casas escondidas
- en los templos de dioses y de Dios
y las calles no llevan el nombre de ella,
sino lo del partido que la han expulsado.
Y tantos mueren por ella,
que hoy estamos igual que hace tiempo
antes de que ella partiera buscando nuevos horizontes
y que una partida de sus amantes lucháramos para retenerla por siempre.
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