¿tu crees que nos conocimos como los que recién se ven? ¿lo crees?
No lo sé, dime si me crees
Yo creo que acaso la suerte de perfecto te queda grande pero tu sastrería ha confeccionado con elegancia los detalles del intento
Tu dices... tu dices lo que me dijiste? Se lo dices?
Yo digo que lo que dices es tan falso como dos de cada cinco minutos de amor eterno que le juras
Creo que es falso, creo que no sirve, creo que ha muerto o que simplemente ya no vive
Tu escribes... es acaso cierto, cuando bañaste de tinta el árbol anoréxico? Es acaso cierto?
Yo escribo las palabras de tu boca, los porques incluyéndome en tu lengua de fuego, en lo intenso de los pasos, en la sensibilidad de la angustia de lo prohibido, en el dulzor de lo que se ansía
Ahí, creo estar incluida, sin mas que tu invitación con tiempo, con mentiras, con arenas albinas de la playa mas cerca de un oasis con mala resaca, con lluvia que hace florecer los tallos, no a las plantas, así creo que estoy, aguada, sin nada, vacía, revuelta, quizás olvidada
Tu crees que el silencio absoluto existe en tu piel? Si sigue gritando a cada instante que mis manos exploren sus cimas y cascadas, lo quieres creer...
¿Cómo saber si será despedida para siempre? Si seguirá lloviendo este invierno, si algunas noches volverán a ser mías, si la tierra se acabará en los minutos en que no haya mas de esto, y borres lo que no debías...
¿tu crees que con ella será la misma aventura? Tan prohibida, tan infantil, tan viva, tan ansiosa...
¿lo crees? ¿se lo dices?
Háblale, si te atreves, yo creo que no será igual, nunca será lo mismo... jamás...
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