La guerra daña a todos
La guerra daña a todo el mundo. Nuevas armas estrenan los señores de la guerra. En cada batalla mueren por miles los soldados. El salitre, materia prima para fabricar pólvora, curioso producto de la tierra, a los campesinos ayuda a que sus cosechas sean grandes y generosas. En la guerra ayuda a matar a grandes masas.
En Chile, único productor de salitre del mundo la casi totalidad de las oficinas son propiedad de capitales ingleses por lo que en la guerra es usado por la triple Entente. A los alemanes se les niega, Alemania ubica barcos de su flota de guerra cerca del Estrecho de Magallanes con la misión de no dejar pasar los barcos ingleses con nitrato. La guerra hace dar un salto hacia delante a la tecnología. Científicos alemanes inventan salitre sintético.
En Chile se produce una de las primeras crisis en la pampa salitrera, una gran cantidad de oficinas deben cerrar enviando a miles de mineros a la cesantía. Fernando Gómez logra mantener en pie su Oficina, ha sido un industrial a la vez típico y también diferente, posee la tozudez del campesino que ama a su tierra y que a pesar de todo le saca provecho, Gómez hace todo lo que está a su alcance para mantener la producción, como pragmático capitalista se queda con los obreros indispensables, Alamiro está presente en cada minuto y es un elemento que no le permite tomar medidas en contra de los trabajadores.
Diez niños entre los que estaban: Juancito y también el delegado de los herramienteros. Ramón, hijo mayor de Lastenia, El hijo mayor de Clotilde, el niño que reemplazó a Mañungo cuando murió, el hermano de Mañungo y tres niñas, en Marzo viajaron a Iquique e ingresaron a estudiar, fueron preparados por los maestros de la Oficina. Gómez financió los años que estuvieron estudiando en el puerto. Alamiro en sus charlas, siempre le decía qué: no gastaba nada que no fuera de los trabajadores ya que estos eran quienes creaban la riqueza.
Estela no regresó a la Oficina, cuestión que Fernando de alguna manera esperaba, aunque no lograba enterarse del lugar en que estaba, incluso pensaba que se había quedado en Europa. Una vez al mes organizaba fiestas en la Oficina o en Iquique en donde ir a Emilia o buscaba asilo en los brazos de alguna otra dama de Iquique o Antofagasta. En la semana se le veía montar en su caballo y dar largos paseos, eran los instantes en que se notaba el peso de la soledad.
Un par de mañanas en el mes iba hasta las dependencias de la Municipalidad y pedía que Alamiro lo recibiese, el joven edil siempre le abría la puerta y se trenzaban en largas discusiones las que acababan si alguien llegaba a solicitar alguna cosa a Alamiro. Nunca dejaba esperando a ningún obrero o campesino de alguna quebrada y encontraba la manera de resolver los problemas que se creaban.
Luego de conversar latamente con su patrón acerca del Manifiesto, Gómez le regaló el primer tomo de El Capital, Alamiro, leía mucho a pesar que la vez que le regaló el Manifiesto pensó era una broma, lo conversó con Elías y Aguirre quienes le afirmaron que era el Manifiesto. Fernando le hacía leer para discutir con alguien que estuviese a su altura, había llegado a la conclusión que Alamiro era un adversario de su nivel.
Una tarde llegó a la Oficina un telegrama, le avisaban a Ernesto tenía una carta, el sábado siguiente Tito. Estela le decía que estaba en Copiapó y que necesitaba verle. Tito conversó con Alamiro para que este le consiguiese permiso por una semana ya que necesitaba ir a Copiapó, No fue difícil lograrlo ya que serían días menos de salario a pagar por parte de Gómez.
En la ciudad del sur se encontraron ambos amantes, cinco días que compartieron sin esconderse. Estela nuevamente le invitó a compartir el resto de vida que les quedaba, le contó de qué había comprado un fundo en el sur cerca de Curicó, qué no le regalaría nada, sólo compartiría el amor, que le tenía trabajo como administrador. Qué se había cambiado nombre y de verdad le amaba y le importaba poco si el mundo se venía abajo por ese amor.
Tito no dijo nada, sólo amó a la mujer y cerca del fin de semana regresó a la Oficina. Conversó con su hermano Francisco, le contó la mitad de la historia y Pancho le instó a que se fuese con la dama, que la felicidad es escasa y si se logra hay que cuidarla así como él lo hacía con Lastenia.
El miércoles luego de liquidarse en la Oficina, Ernesto abordó el Longino y se apeó en Copiapó y allí se perdió su rastro, de vez en cuando escribe a su hermano diciéndole que si algún día se queda cesante puede ir con él, que le tiene trabajo, casa y salario digno.
Quienes han visto a Estela la ven como una mujer tranquila, alegre y muy enamorada del hombre que es su marido –como ella dice-
Una hija fue lo primero que tuvieron Mariana y Alamiro, una niña fuerte como sus padres, luego llegó un niño, el matrimonio se consolidó bien, Fue reelegido, pero con mayoría lo que le implicó ser la primera autoridad en el municipio, siempre viviendo de acuerdo a su condición de obrero, muchos visitantes se sorprendieron de verle en algunas horas en el municipio y otras en la Oficina laborando como barretero. Otros no comprendían por qué cada mes entregaba el excedente del dinero obtenido entre el cargo de Alcalde y lo de la Oficina. Cada seis meses calculaba sus necesidades con los compañeros de su partido, de acuerdo a eso era su salario el excedente lo entregaba sea para la caja de la mancomunal, o para su partido o para los niños becados. Fernando Gómez lo entendía menos.
El administrador muchas tardes en que le quemaba la soledad llamaba al alcalde, en la oficina abría una botella de vino y la discutían. No logró nada de Alamiro, nunca recibió nada que no fuese su salario.
El salitre tuvo otras alzas de producción. Épocas en que los obreros lograron negociar sus salarios, siempre con Alamiro a la cabeza y siempre alcanzando mejorías en las condiciones de vida.
A fines de mil novecientos diecisiete Alamiro llegó a la oficina del administrador con una botella de vino en su mano, Fernando Gómez le invitó a pasar.
—Don Fernando vengo a festejar, traje este vino, usted coloque las copas.
—¿Qué ocurre?
— Lenin y los bolcheviques triunfaron en Rusia. Ve que no era imposible que los obreros ganaran alguna vez. Allí mandan los obreros, por eso vengo a festejar y demostrarle que en eso se equivocó, una nueva esperanza hay para los pobres del mundo. Lo primero que hizo Lenin fue declarar la paz.
—No les va a durar mucho esa revolución.
—Sabrán defenderla los obreros rusos señor.
—Veremos Alamiro. Voy a ir a Inglaterra este año, quiero ver a mis dos nietos.
—Tráigase una inglesa de allá, usted está muy solo.
—A lo mejor, pero una chilena es mejor y menos cara.
Las crisis en el salitrese fueron generando en el tiempo. El año veintiuno en la oficina la oficina San Gregorio se produce una masacre de obreros, otra en el veinticuatro en la oficina Maroussia y el veinticinco en la oficina La Coruña, serían las últimas matanzas en las salitreras. Promediando la década del veinte la represión al movimiento obrero se incrementa, una noche un camión militar se hace presente en la Oficina, llegan directamente a la casa de Alamiro Araya y se lo llevan detenido, le encarcelan y luego le envían con otros obreros a un destierro en Isla de Pascua en donde pasa más de un año.
Durante su ausencia, el administrador no se cobró venganza, le mantuvo una pensión a Mariana y sus hijos. Fue un largo periodo en el cual Fernando Gómez no tuvo con quien pelear pero, que utilizó para quitar muchas de las garantías que tenían los mineros.
En la crisis del vientiocho Fernando Gómez ya no pudo mantener en pie su Oficina, la quiebra fue total y cerró. Regresó a Aconcagua acompañado de Emilia. Alamiro debió regresar al campo por un tiempo luego a Santiago, el triunfo del Frente popular en mil novecientos treinta y seis lo encontró como diputado de la República apoyando a don Pedro Aguirre Cerda como el presidente que acuñó la máxima de que “Gobernar es educar”
Recabarren Padre de Chile
Recabarren, hijo de Chile,
padre de Chile, padre nuestro,
en tu construcción, en tu línea
fraguada en tierras y tormentos
nace la fuerza de los días
venideros y vencedores.
Tú eres la patria, pampa y pueblo,
arena, arcilla, escuela, casa,
resurrección, puño, ofensiva,
orden, desfile, ataque, trigo,
lucha, grandeza, resistencia.
Recabarren, bajo tu mirada
juramos limpiar las heridas
mutilaciones de la patria.
Juramos que la libertad
levantará su flor desnuda
sobre la arena deshonrada.
Juramos continuar tu camino
hasta la victoria del pueblo.
Pablo Neruda.
FIN.
Nota: El próximo veintiuno de diciembre se cumplirán cien años desde la Matanza de la Escuela Santa María de Iquique, lugar de donde nació la idea de esta novela, un homenaje a quienes murieron en ese puerto.
No la he ubicado en ningún lugar geográfico concreto, ya que puede haber sido cualquiera de las cientos de oficinas, por lo qué, los protagonistas son absoluta creación aún cuando se dibujan las personalidades de algunos lideres de esos años.
Desde el inicio del movimiento sindical, una de las cuestiones esenciales fue la lucha en contra de la ignorancia y de la búsqueda de dignidad.
Me apoyé en algunas lecturas:
Vida de un comunista, autobiografía de Elías Lafertte.
El Movimiento Obrero en Chile (1891-1919) del profesor Fernando Ortiz (detenido desaparecido desde 1976)
Cultura y Teatro Obreros en Chile 1900-1930 de Pedro Bravo Elizondo,
Poesía desprotegida Compilación de poesías de periódicos antofagastinos de 1900 a 1920 de: Alejandro Pérez
Curiche
Agosto 21, 2007
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