Gracias a aquel que me mostró la magia de la realidad.
Al que no tuvo miedo a hacerme llorar,
Al que me golpeó sin piedad,
También gracias a aquella que sanaba mis heridas,
cuando estas eran demasiado profundas,para poder soportarlas todas juntas.
Un hada recuperó sus alas...y volvió a su mundo, y allí la imagino volando entre duendes, elfos y unicornios. Sentada en la fuente, aunque esta vez con estaca en la mano..por si acaso se acercan dragones.. Aquí..dejó sus últimas lágrimas y un mensaje...os quiere mucho a los dos..