Hoy no tengo ganas de vivir.
Hoy estoy cansado, exhausto o cualquier otra palabra mas o menos poética que exprese mi agotamiento. Mis no ganas, mis falta “de” para con la vida.
Hoy quiero escribir rápido, casi sin pensarlo, dejando todo fluir, por mas incoherente o no, que sea, legible o no, que tenga cabeza o solo pies…no me importa.
Hoy me costo levantarme, hoy como casi todos los días de estos últimos años, pero hoy me peso tanto, hoy sabia que si caía nadie me iba a levantar y que yo no iba a hacer esfuerzos tales para lograrlo solo.
Hoy descubrí que me olvidaron, que se puede, que duele que lo digan, que duele saber que yo no puedo pero que otros sí lo logran, y que no hay utopía que pueda luchar contra eso.
Hoy creí que eras mi amigo, hoy descubrí que eras mi amigo, hoy interprete que no eras como esos amigos que son amigos cuando no son amigos pero en realidad solo quieren ser amigo de ese “Leo” que no es amigo de nadie y en realidad desea serlo de todos.
Hoy desee que no te vayas, que me salga, lo intente, hasta creí que lo hacia y podía, pero no me salio. Por el contrario, mi cara se desfiguro como tantas veces ya, y solo pudo decir, “no hables, estoy enojado”, como si eso aun tuviese credibilidad alguna.
Hoy peleé incansablemente, pero tan atareado a la vez, por la labor que yo mismo presiono, esa que se tiene que tener para manejarme a mí.
Hoy redunde en lo mismo cien veces, y caí mas bajo de lo que podía y aun mas, por que no me intereso.
Hoy quería tu palabra, hoy quería mis palabras en tu boca, y hasta tal vez hoy quería tu boca en la mía, como nunca se juntaron, como siempre soñé que lo hicieran.
Hoy el abrazo fue tan abrazo que no pedí mas, solo me dedique a extrañarlo aun dentro de él, por que pronto estaría viéndolo de afuera. Sí, una vez más.
Hoy no quiero creer que no me crean, que no me vean y sientan.
Hoy quizás no quiera escribir y como buen renegador de mis actos lo haga igual.
Hoy quería cambiar
Hoy quería ayuda, pero no la recibí.
Hoy debería haberla pedido, pero tampoco lo hice. Escape a ese infinito tan vació como mi mente.
Hoy me gusto que te guste mi pelo, me gusto que me ofrezcas tu voto de confianza, me gusto que te adueñes de mi corazón una vez más por solo ese instante en que tardaría en leer el mensaje, y te deje hacerlo.
Hoy volviste a verlo de afuera, a darme soluciones fáciles, a exigirme modificar y superar cosas que tal vez aun no sentiste y también te deje hacerlo.
Hoy te lanzaría tan lejos que la montaña aquella, que desde mi balcón no puedo ver, ya que la distancia que nos separa es enorme, amortiguaría el golpe.
Hoy llore por dentro, e inesperadamente una lagrima afloro frente a esa caja que trasmite luces tan excéntricas como la emoción que me mantiene aun con un nudo en el pecho.
Hoy te quiero, hoy quiero que me hables, hoy quiero que todo eso que afirman los demás lo demuestres.
Hoy quiero ganar, pero también quiero perder, y si me quita el sueño poder llegar a ver lo hipócrita que es mi sociedad.
Hoy quiero que pocos digan “ni loco leo todo eso”, por que así poco van a conocerme, o poco ya me conocen.
Hoy y solo hoy abriré mis puertas de par en par para que todos puedan pasar por mi, entrar en mi, saber quien es él, /lease.
Vos me lo pediste, ayer, si ayer, no hoy, te lo negué. Pero hoy esta acá

Adiós.