“Solo había sido un sueño”
Su mirada se había extraviado en la nada, su mente sumergido en una especie de limbo. Buscaba denodadamente coherencia, no lograba hallarla. El silencio había tejido entre ambos un ambiente denso, incomodo. Al fin, la voz de Laura lo diluyó en el aire.
_ ¿usted esta seguro doctor?
_Señorita…vuelvo a repetirle, no caben dudas, usted esta embarazada.
_ Pero… _ la joven dejó el final de la frase suspendida en el aire. El medico aprovechó la oportunidad para concluir con la cita.
Laura estaba perpleja, angustiada. No podía comprender, ¿Cómo podía estar embarazada?, si nunca había estado con un hombre. Al menos no de la manera tan imprescindible para la gestación de una nueva vida. ¿Qué dirían sus padres cuando se enteraran?, ¿Qué les diría ella cuando quisieran saber quien era el hombre que la había preñado? Se enojarían mucho, y hasta tal vez la echaran a la calle. Pero eso no la asustaba, le dolía el hecho de defraudarlos. Ellos la habían educado para que fuese una señorita de bien, siempre le habían dado todo lo mejor de ellos, y ahora sentía que los traicionaba. ¿Como podrían comprender lo que ni siquiera ella comprendía? ¿Cómo podrían creerle que estaba embarazada sin haber tenido relaciones carnales con un hombre?
Laura había decidido no decir nada en su casa, ocultar el embarazo en secreto hasta que ella misma encontrara una repuesta lógica al absurdo, sin embargo sintió una angustia intensa, recordó que el medico le había dicho que llevaba seis meses de embarazo, observó su vientre, y descubrió que sería imposible ocultarlo.
Abrió sus ojos de repente, suspiró aliviada, solo había sido un sueño. De reojo observó el reloj que estaba sobre la mesita de luz, eran las siete y media de la mañana. Debería levantarse y prepararles el desayuno a sus cinco hijos pronto, de lo contrario llegarían tarde a la escuela.
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