¿Cuántos se habrán ido?,
¿Cuántos otros esperan guardados,
en el fondo de este círculo eterno,
donde lo inmóvil parece temblar?
Llegó el 1700, y casi con un suspiro final,
nos trajo ráfagas de cambio,
mentes para lavar...
penas para repartir, y bolsillos para llenar.
¿Acaso 1810 nos tuvo piedad?
Apenas un sueño firme,
y mil dolores para acallar,
a tan sólo una dignidad, y medio orgullo (no aceptaban mastercard)
Y nos alcanzó el 29 con su Wall Street Crash,
el hambre nos empezaba a matar sin siquiera haber nacido.
Nos marcaba el destino un error humano,
previo a nosotros y a la vez, sin previo aviso.
La humanidad, humillada, observaba,
a medio camino entre el principio del siglo y su final,
una sombra siniestra, fagocitando vidas humanas.
Holocausto era la palabra universal
Y así se amontonan fechas en la edad,
de esta especie que, por lo visto,
nunca aprenderá.
El hombre se come al hombre,
al final lo único certero es la verdad. |