Cuando uno ama se abren las santas arcas que contienen los pergaminos de la sabiduría de la vida.
Lo único cierto que podemos conocer de Dios es su Amor, pues de lo demás podemos especular sin llegar a ponernos de acuerdo. El amor, no obstante, nos da información valiosa del maravilloso proceder de las acciones divinas y nos permite adentrarnos en su mágica dinámica y su gozosa amplitud.
Quien conoce el amor mira la vida con el prisma de la renovación constante de la naturaleza, la energía radiante de las cosas creadas, la contemplación de la diversidad y la belleza de las formas, la multidimensión de los seres y su herencia sin par.
El amor es sabiduría infusa y autocontenida que fluye hacia nosotros desde el universo hasta el átomo.
Mantente atento a su influencia y ejercita tus sentidos y voluntad para permanecer en su caudal.
Texto agregado el 22-08-2007, y leído por 233
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