Iremos a aquel lugar donde nadie escucha, a aquel en que las sombras significan día, Nosotros, hijos de la noche, buscando una nueva muerte, más posible. Después del destello, de las burbujas, del alcohol, morimos en un mar de sabanas que se vuelven a desvanecer tras el ocaso. De vez en cuando, otro avasallar, nostálgico, amargo.
Iremos a aquel lugar, nos emborracharemos con el nuevo vino, más puro, más salvaje, más llevadero. Allí, donde nadie duerme, allí donde nadie vive, Nos hundiremos así, en una nueva noche que ya despierta en su hermosura. Veremos a los dioses q junto a nosotros, beberán la sangre de nuestros enemigos. Todo se convertirá en una nueva orgía, lógica, donde la unión nos llevara a lo más alto.
Y así , noche tras noche , ocaso tras ocaso , ira llegando mi amiga , nuestra amiga , tu amiga la muerta , que estará compartiendo el licor de la vida hasta que agote el vaso y explote en un millón de cristales.
El levantar será siempre lo mas difícil, rodeados de una eterna resaca que nunca termina; de nuevo la reunión, las palabras y un nuevo vaso de nostalgia, un embrutecer salvaje, así... poco a poco
Y Satán presidio nuestra mesa, y comió conmigo, pero no quiso probar nuestro vino.
_ ¿Por qué ¿ - Le dije... Solo me contesto con una mirada que helo la sangre, que congelo el deseco Solo le entendí un minuto... Nada es peor que esto
Así cada noche, vemos el amanecer tumbados entre copas vacías velos y parece que algo entonces nos tira a seguir viviendo... a no cerrar los parpados. Pero no podemos, somos hijos de la noche y sin ella moriremos. Solo una ruin palabra: esclavos, ahora somos esclavos, tras toda la diversión que hubo, solo queda recuerdo. Somos unos tristes vampiros que les duele el encierro... Ya no somos seres , somos bosquejos...
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