EL FINAL


Domino la oscuridad.
Me manejo en ella como un experto.
Sus ojos me perforan, siento su mirada. Percibo su estado de ánimo, la que queda flotando en el ambiente.
Ella camina sigilosamente. Sabe que mis oídos están agudizados.
Su cuerpo emana un perfume diferente. Olor a furia.

¿Dónde quedaron sus manos qué entonces eran rosas que me cubrían? ¿Su armoniosa y dulce voz con la que me repetía mil veces su amor?.

Sé que las luces están encendidas, siento su calor. De nada me sirve.
Me seco la transpiración que se mezclan con mis lágrimas. No estoy asustado, tal vez sí, sorprendido.

Jamás comprendería como me di cuenta de su traición.
Sus largas ausencias. Sus frecuentes citas al dentista. Llamadas misteriosas en el medio de la noche, a las que contestaba con monosílabos. Sus largos silencios. Su esmerada atención al vestirse.

Comprendí que era un obstáculo en su vida.
¿Abandonarme? Todos la señalarían

A veces me rozaba y sentía en mi piel el filo del arma. No se animaba, vacilaba.
Quizás volvía su memoria a otros tiempos, aquellos en que verdaderamente éramos felices.
Cuando nuestra pasión se fundía y estallaba la risa.

Sabía la existencia del otro. Nadie me lo contó. Percepción dirían algunos.

¿Hablarle? Para qué, ya lo había decidido. Sabía que me miraba y seguía cada uno de mis movimientos.

Ruidos estrepitosos en el pequeño departamento.
Todo lo rompe, desordena la pulcritud en él. Empiezo a comprender.

Escucho que se me acerca, me abraza y un largo beso une nuestros labios.

Un frío lacerante a la altura del corazón. Se desprende mi blanco bastón y caigo lentamente.

Mis ojos sin ver se posan en ella con una larga y triste mirada.

Me hundo en un profundo pozo donde allí si, reina la luz.-

Cuento Concursando- Favor de no comentar - Gracias.