Olvidaba el olor a tierra mojada por la lluvia, esas gotas se adentraban entre cada grano, entre cada roca y maravillosamente llenaba cada espacio de aire entre ellos...
Solía pasar horas sentado bajo la lluvia, mirando como la tierra sedienta se tragaba una a una esas gotas cristalinas tan pequeñas primero y que con el paso de los minutos se engrosaban hasta el punto de que si se unieran todas formarían un gran río...amaba tanto la lluvia, tanto como la amaba a ella, pero no podía estar a su lado, estaba tan lejos, un océano los separaba, que cruel fortuna la que vivían... pero eso se podía solucionar momentaneamente si cerraba sus ojos y sentía como el viento se forzaba entre su ropa, como tocaba todo, ese viento traía su aroma, su esencia, tan pura y cristalina como la lluvia, como esa lluvia que los mojo, esa noche en que reconocían sus cuerpos, la ropa forraba su cuerpo y el temblaba, pero ella no, ella solo amaba, solo amaba por el, para el... por eso sigue siendo un náugrago, hasta que ella lo encuentre de nuevo y dejen de vagar en medio de ese inmenso océano que los separa tan cruelmente...
JVS |