Cuando en tu buzón te encuentras una carta y la abres y esa carta es de una persona amiga, es como si la tuvieras a tu lado.
No mires el remitente, pues no lo tiene, da igual de dónde sea la persona que conoces, lo importante es que llegó a ti y está contigo.
Cuando abres el sobre y tienes el papel en tus manos, y ese papel roza tu piel es como si esa persona amiga estuviera alli de verdad.
Cada vez que lees las palabras son palabras que te está diciendo escritas de forma imborrable sobre ese trozo blanco como si fuera una tablilla, esa tablilla es la forma de transmitir lo que con su mente y corazón siente por ti, palpado en sus palabras y enviado a través de tus ojos a tu mente. Cuando digo que no hay remite, es porque esa carta no debe regresar, debes guardarla en tu archivo y no la debes olvidar.
Leéla de vez en cuando recordando a esa persona tan querida que te escribió esa vez, y siente como ella siente, cada una de las letras del texto.
Cuando tú envies una carta a esa misma persona que te la envió, tampoco llevará remite, de donde seas no importa, donde os conocisteis tampoco, lo importante es que lo hicisties en un lugar del mundo y que desde ese lugar, te llega la brisa de esa persona, cálida y gentil, invitándote a compartir un instante con ella.
Cuando la humildad de la amistad llena a una persona y no el orgullo y la soberbia de ser más que otros, es cuando más riqueza posee y cuando más se valoran esos terminos por los demás.
La amistad es humilde sierva, da y no esperes recibir, da y no esperes nada a cambio.
El que espera desespera y no consigue nunca lo que en verdad espera.
Cuando la carta amiga te llegue, será una carta humilde, no esperes una carta de lujo forrada de oro macizo.
El oro macizo está en cada palabra de esa carta y en cada termino de la misma empleado para llegar hasta ti y embrujarte en la amistad.
Cuando estés realmente en esa brujeria amiga es cuando verás el oro macizo que vale la misma, porque reciprocamente tendrás a la otra persona para ti.
Escucha cada asomo de viento y busca en ellos las fragancias que un ser humano necesita para tener esa amistad,
descubre a lo largo y ancho una persona que no tenga remitente y que no sepas de donde es, sólo busca que sea como tu quieres.
Cada dos amigos tienen un código morse de amistad.
Ese código complice de ambos y que no corresponde a nadie más es lo que hace que la amistad funcione con esa quimica maravillosa y escondida.
Siempre espera esa carta amiga, llegará cuando tenga que llegar traida por los vientos más cálidos ó los más frios depende de donde tenga que llegar.
Norte, Sur, Oeste ó Este, que más dá de donde venga, cuando llegue estará a tu lado y ya no importará el tiempo que tardó en llegar ni de donde vino. Sólo que está contigo y no se irá jamás.
"Esta es mi carta amiga que llega a ti, llega desde un lugar que es lo mismo donde esté, simplemente llega como las hojas al suelo cuando es otoño, para ser recogidas y muchas veces guardadas con esos colores amarillos, rojizos y marrones".
"Espero que con esta carta en formato electronico puedas sentirme cerca de ti y sepas que cada palabra que está en ella escrita, es mi código morse contigo y una forma de decirte: gracias por tu humilde amistad y gracias por dejar que llegue a ti siempre".

Sinceramente,

Carlos.

Escrito por Carlos Them

© Copyright Carlos Them 2005. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.