En mi vida apareciste
Con tu luz y tu inocencia
Se me colmó la paciencia
Al no saber si te tendría
Y sin dormir noches y días
En mi corazón triste
Sentaste jurisprudencia

De vivir casi me olvido
Cuando te vi todas las veces
Deseo con ansias que me beses
Y que no me cueste la vida
En mi defensa te diría
No te olvides que están prohibidos
Las cargas sobre intereses

Poseerte de buena fe
Y quiero sentirte en mi pecho
Pero es un camino estrecho
El que me acerca a la victoria
Pensé en una reivindicatoria
Pero ahora no corresponde:
Nunca tuve ese derecho

Me siento inhabilitado
Cual toxicómano que oye voces
Mi alma se llenaría de goce
Si tu corazón estuviera incluido
En el texto que Vélez, influido,
Por juristas destacados
Plasmó en el artículo número: 2412

Animarme a seguirte
Por esas calles tan frías
Exponiéndome a tu ira
Y a los daños y perjuicios
Para acabar con este vicio
Tenía pensado nombrarte
Legataria de mi vida


Todo acabó en despecho
Me sobrepasó el dolor
Por el piso sentí mi honor
Cuando alardeando sus dotes
Aquel ente (más que grandote)
Pasible de adquirir derechos
Bajaba e’ tu automotor

A pelear fui decidido
Y pasar el trago amargo
Pero por suerte y sin letargo
llegó el fideicomisario
Perdón, fue el comisario
Con tantos golpes recibidos
Se me confunden los cargos

Sólo en una celda gris, sigo
Y tu nombre escribo: Norma
El destino es el que asombra
Ya que recibí tu visita
Y te pregunté: - Señorita
¿Quisiera usted estar conmigo?
- No, por defectos de forma

Ya no me hago mas daño
No voy a actuar sin razón
Esperar llorando la ocasión
De que te cruces en mi vida
Sería una tontería
Pues si espero 20 años
Te adquiero por prescripción

Seguís estando en mi mente
Seguís siendo mi motor
Lo asumo, y con dolor,
Que siempre te voy a amar
Y sin otro particular
Te saluda atentamente
Éste, algún día doctor

Notifíquese, Archívese