El espacio se estrecha como si rechazara contenerme Temo la muerte irremediable de la memoria Naufrago bajo la bandera del absurdo en la marea del destino que se precipita y enfada Sobrevivo al vacio que se obsequia tras haber entregado todo mi pequeño y gran universo Y al ingrato sinsabor de las ausencias, que incluyen la mia No, ya no me salva el llanto y los vicios que embriagan a los corazones heridos Tan solo trasvuelo sobre palabras Los días ya no dictan noticias Los latidos, ya no rugen como tambores potentes de impulso vigoroso Estos síntomas terribles, no son la primer llamada a la muerte del alma, o si?.
Texto agregado el 18-08-2007, y leído por 98 visitantes. (2 votos)