a veces no hay de que escribir
Y el vacío te ocupa un espacio enorme en la mente
Y el peso de la vida se duplica para hacer una balanza de dudas
Y no hallamos papel, ni lápiz a mano
Cuando al fin la ampolleta de la energía culmina con el cúmulo de expresiones
Al parecer los instrumentos de nuestra arte
El material en bruto que se desliza por nuestra mente
Cae en el mismo vacío, ocupando el doble de espacio
Con la presión mas alta, el sudor frío y una visita a la cama
En el lecho, en la noche, nace el juego de los políglotas
Que describen la luna, y ya todo parece estar escrito...
Y callamos, pues todos comunican un cortapisas mudo, analfabeto
Y nos sentimos mas que ellos, solo que no sabemos donde se fue
Cómo engendramos el nacimiento de esos textos
Que el papel hace dormir cuando ya nadie los recuerda por ser cándidos escritos
Sobre un árbol anoréxico, hoy los miramos desde lejos
¿por qué no atrapé la inspiración es ese momento?
Nos preguntamos con cierta gracia donde hemos guardado el pasaje de los recuerdos
Y como no somos capaces de sacar un escrito de ellos
Un impoluto uno mas uno de letras
Y no hay de que escribir, seguimos encerrados en una pieza
Encorvados bajo el techo que amenaza con dejar de sujetarse del cielo
Y caer pesadamente sobre nuestras reflexiones inciertas
Y ya nadie nos pide que le escribamos un texto
Quñe pasa cuando el poeta muere? Donde va lo que no ha escrito?
Si muere su realidad, también muere su mente?
Entre escombros buscábamos la idea de un poema, para matar el tiemp
Sobrevivir al sediento desierto y aguar las noches en que todos duermen
Y nosotros segfuimos buscando el punto donde comienza la letra de un escrito...
Matar el habre de nuestras manos, refugiar entre hopjas unas palabras que el viento
Hizo concluir en un soplo, plasmar para siempre una mirada,
Ese inacabado trozo de alma...