“Será como la luz de la mañana cuando sale el sol,
De la mañana sin nubes;
Cuando la hierba de la tierra brota
Por medio del resplandor después de la lluvia”

2 Samuel 23,4


Princesa linda:

Emergiste hoy -muy de madrugada-
como un sueño acariciado primero por Dios.
Luego, con tus pasos ligeros, alados
llegaste corriendo hacia nosotros
y nos besaste y abrazaste
y nos llenaste -a un mismo tiempo-
de un amor inmenso: el corazón y el alma.


Sabemos, sin duda, preciosa niña
que ya no eres un presentimiento
ni un deseo ferviente de nuestros corazones
que anhelan tu tierna presencia;
sabemos ahora -con la plena certeza de la fe en Dios-
que eres la confirmación de un presagio
y que desde antes, desde el principio de los tiempos
el Señor te había esculpido en su mano
y que sólo había que esperar Su Tiempo
para que el plan divino se cumpliera…


Amada, hijita, nuestros brazos
desde ya te esperan para darte el hogar
y la familia que Dios ha destinado con amor para ti.


Nena linda, tu nombre significa Sol de la Mañana
y vendrás con tu cálida luz a iluminar nuestra existencia…


Tus queridos papitos:
Gerardo y María Carolina.



Bogotá, agosto 16 de 2008 / Hora 9:40 a.m