Des yeux qui font baisser les miens
Un rire qui se perd sur sa bouche
Voilá le portrait sans retouches
De la femme auquelle j’appartiens.
CHARLOTTE
Siempre estuve cautivado,
de tu idioma, del francés,
por como suenan los nombres
casi caricias, susurros...,
que vuelan desde de los labios
como mensajes de amor.
Como el tuyo: el de Charlotte,
que corresponde a una dama
muy joven, bella, muy alta,
de sonrisa franca, ingenua:
¡Un monumento de mujer!
Esa edad, casi de niña,
que tu intentas aumentar
que no te empañe el presente,
vívelo y enséñate a disfrutar,
que estas primeras vivencias
de momentos, amistades y amoríos,
son retazos de por vida
que siempre recordarás.
Ah...si yo no fuera carroza,
y en francés pudiera hablar,
detrás de ti me tendrías,
rondándote a cada instante,
por Gijón, Lyon o Marte.
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