Bárbara
Toda vestida de negro,
toda, hasta el cuello, enlutada
cual tallo de crisantemo,
y concentrando en la cara
las dones de tu hermosura,
tonos fuertes naturales,
en labios, ojos, pestañas,
y esa flor que sobresale,
de un tallo tan enlutado
llena de luz y destellos,
de juventud y belleza
se corona con tu pelo
melena negra azabache
que te cubre medio cuerpo,
y quedan otras sorpresas,
que debajo de esas telas
se esconden muchos tesoros:
aplastados por los lutos,
pelean dos buenos senos
por asomar atributos;
y esa cintura tan fina
se revela encorsetada
por tirantes y ataduras
buscando poder cimbrearse
cual reptil de Cleopatra;
y si seguimos bajando
fornidas, fuertes caderas,
equilibradas bien puestas
se dejan acariciar
por costuras y plisados
ofreciendo sus contornos
propios de mujer..., ¡perfecta!
todo muy equilibrado,
no sobra un gramo de grasa
no falta nada de gracia,
¡eres todo un monumento!
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