En tantas noches taciturnas, esos gritos siderales han escrito mil pecados por tu
nombre, mil lujurias por tus besos, mil deseos encontrados.
Entonces aparecistes quedamente en la niebla de mi estancia, más no supe qué hacer,
si correr por tus labios candorosos, o huir con tu brazo angelical.
Texto agregado el 15-08-2007, y leído por 112
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Lectores Opinan
17-09-2008
Dios!! que romantico eres.....besote almaguerrera
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