Me aventuré en un viaje, que sabía peligroso, aun así continué, sin
fronteras ni pasajes.
Caminé sobre el sendero de sus palabras, y en él encontré, huellas de mi alma.
Por el oscuro camino hacia la nada, cuando la noche ciega me dejaba, el
amanecer me trajo su cara, y bordeando la ruta de su rostro, un monte de tupidas pestañas, mas yo pierdo el control, en las curvas de sus oscuros y carnosos labios!.
Ay de mi que me pierdo!, sin la luz de su mirada, continué este camino
con amor y deseo a cuestas, sin poder descargarlos.
¿Que hago con tan pesada carga?, tal vez en un bosque podría dejarla ,a la luz de la luna, que ella sabrá cuidarla, para poder así, continuar en viaje.
(Me cruzo en el camino con su silencio que me dice "adios"...)
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