Creo que estoy destinado al fracaso, una vez mas en uno de esos días como todos, rutinarios, la misma tarde, el mismo sol, la misma gente, el mismo transporte publico amenizado con música popular que me taladra la cabeza y vuelven idiotas las unas neuronas de mi cerebro. Todo era lo mismo.
Hubo una luz de esperanza cuando en la tarde, casi cayendo la noche, como siempre me dirigía a mi refugio en el acostumbrado transporte, cuando en Plaza Dorada subió ella la que me distrajo de mi acostumbrada lectura para olvidar un poco las notas de la popularidad, cabello negro y piel blanca, ojos detrás de cristales negros, labios con brillo y un atuendo un poco provocador hicieron que la rutina fuera diferente.
Pago la cuota para llegar a su destino, se disponía a tomar su lugar en aquel espacio, yo siempre me siento de lado de la ventanilla por lo que el otro lugar estaba vació y en espera de un trasero como el suyo, y como siempre y siguiendo la tradición del buen católico recurrí a Dios solo cuando necesitaba algo, y rogué por lo que mas quisiera que aquella mujer de cabello negro y largas piernas se sentara junto a mi, y también Dios fiel a su tradición no me lo cumplió y se sentó tres lugares delante, solo me podía conformar con el dulce y agradable aroma que se acabo con los fétidos olores de un microbús después de todo un día de trabajo, así que molesto y resignado decidí ignorarla y continuar con mi lectura que ya tenia muy retrazada, pero ese aroma hacia muy difícil esa labor, no me pude resistir y la contemple por un largo tiempo haciéndome las clásicas preguntas de alguien que quiere conocer a una persona que en su vida le a dirigido la palabra: ¿de donde será?, ¿será casada?, ¿donde vivirá?, ¿y si es mi vecina?, ¿ por que no la había visto? ¿ querrá hacer al amor conmigo?, ya sabes mientras nadie te escuche puedes fantasear.
Ella con una actitud peyorativa, veía a todos los demás pasajeros por arriba del hombro como si fuera su microbús, esa actitud me molesto ya que si no te gusta viajar con los que vivimos de sueños, que ahorre para su coche que se ponga a trabajar y que deje de estar gastando su dinero en banalidades como cosméticos y ropa de marca, zapatos que solo utiliza una vez y nunca se vuelve a poner, vestidos caros que jamás utilizara de nuevo, por que no puede ir con la misma ropa a dos fiesta, y así podrá librarse de los que vivimos al día, o simplemente nos interesamos en otras cosas menos en un auto.
Es mas si fuera mi esposa no le daría para eso y la castigaría quitándole el coche, y que viajara en microbús, es mas si me pidiera dinero para esas cosas sin importancia no se lo daría que se lo gane si quiere y que ni piense en hacerme uno de los berrinches de niña mimada que todo quiere por que en ese momento le suelto dos o tres golpes para que se ubique, justo estaba en mi monologo interior fantaseando con aquella mujer, cuando se levanto, se dirigió a la puerta trasera, toco el timbre, estábamos por C.U.,y se bajo levanto sus lentes para saber hacia donde caminar cuando vi aquel tono verde con morado que me hacia pensar que no era el único que pensaba de esa manera, así que decidí cerrar de un golpe mi monologo.
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