Libre Albedrío
Trataré deponer en claro lo que realmente significa este término. Bien me dirán, es la facultad que el ser humano tiene para obrar de una manera u otra o de no obrar. Pensándolo bien ¿Realmente tenemos la decisión de decidir? Yo creo, que tenemos muy poco libre albedrío cuándo se refiere a nuestra vida externa, es decir a la voluntad de querer decidir por nosotros lo que queremos hacer o dejar de hacer si eso interfiere con nuestro Karma.
Voy a explicarlo de una manera más clara. Supongamos que debemos cocinar algo para el almuerzo, pensamos en tal o cual comida que si no tiene consecuencias entrelazadas con nuestro Karma o Destino, si les gusta más ese término, lo realizamos sin ningún problema. En verdad, nosotros lo decidimos. Ahora supongamos que nuestro Destino tiene que cumplirse por alguna razón, ya sea para bien o para mal. De pronto nos viene la idea de hacer una comida con atún. Tenemos muchas ganas de comer vamos a decir, tomates rellenos con atún y mayonesa. Vamos al negocio, compramos una lata de atún, mezclamos todos los ingredientes, rellenamos los tomates, nos sentamos, comemos, y al poco rato comenzamos a sentirnos muy mal, somos internados de apuro y se verifica que el atún estaba ya en malas condiciones y estamos envenenados. Claro que nosotros creemos que la idea de comer eso fue nuestra. Pero no, no fue nuestra. Esa idea nos fue enviada en paquete de regalo con una hermosa cinta alrededor de ella, para que se cumpliera nuestro Karma en ese sanatorio para bien o para mal. Para bien, por ejemplo, el médico que nos atiende es muy eficaz, nos viene a ver a menudo, se entabla una amistad con un “happy end”. Para mal; el veneno es muy difícil de eliminar, y después de muchos días de internación sale con una alergia que le amarga su vida futura.
Tomé como ejemplo la comida, pero eso vale para cualquier circunstancia en nuestra vida. Cuando el Destino debe cumplirse, somos nosotros los que creemos que lo hacemos cumplir, pero no es así. Se hace cumplir a través de nosotros, que solamente somos unos títeres en manos de algo superior, y bailamos al son de Su compás, sin saberlo, creyendo que somos nosotros que marcamos el ritmo.
¿Cuando realmente tendríamos libre albedrío? Cuando de antemano sabemos el resultado y podemos elegir. Lo voy a explicar de una manera más entendible. Supongamos que una mujer camina por una carretera sin rumbo fijo. De pronto se le abren dos caminos, a) a la izquierda y b) a la derecha. Le es igual cual de los dos tomar así que los observa para decidir. El a), es decir el de la izquierda es arbolado y ella si lo toma tendría sombra para caminar, aunque el camino es de tierra. En cambio el b), el de la derecha, no tiene árboles pero el camino está pavimentado y llegaría más rápido adonde sea. Al final ella decide por uno de los dos. Llega a un pueblo y su Karma se pone en acción. Ella eligió el camino por una elección física: árboles versus pavimento. Fue Libre Albedrío. ¡Oh, no!
Ahora tomemos ese mismo caso para explicar cuando sí se tiene Libre Albedrío. Esa mujer está en la encrucijada de tener que elegir entre el camino a) o b). En ese momento por un acto divino puede ver su futuro. Si toma el a) llega a un pueblo, se instala ahí, al poco tiempo conoce un hombre se enamora profundamente de él y él de ella, se casan tienen dos hijos, viven muy felices por unos pocos años, cuando el hombre se muere dejándola desamparada sin dinero y con dos bocas para alimentar, ya que él en su trabajo no ganaba lo suficiente para poder ahorrar. Los siguientes años de su vida son muy difíciles. No sólo que perdió el gran amor de su vida, sino que también tiene que trabajar duramente para poder subsistir con sus hijos.
Pongamos a la mujer nuevamente al comienzo de los dos caminos. Nuevamente puede ver su futuro si toma el camino b). Llega a un pueblo, se instala en él, conoce un hombre que le simpatiza pero del cual no se enamora. Se casan, tienen dos hijos, y ya que él tiene un buen trabajo, le da a ella una vida aunque sin lujos, pero sí muy cómoda. Ella cría a sus hijos, es un ama de casa rutinaria que no le falta nada de lo material, y suspira por algo más que nunca le llega: el amor de un hombre.
Nuevamente pongamos a esa misma mujer al comienzo de los dos caminos. RECIÉN AHORA ELLA TIENE EL LIBRE ALBEDRÍO PARA DECIDIR SU VIDA FUTURA PORQUE SABE EL FINAL. ¿Que decide? Pocos años de amor profundo, aunque después vienen años de una vida dura, o una vida cómoda pero sin contenido amoroso de un hombre. Y lo que ella decida en ese momento, eso sí es su propia elección, es su LIBRE ALBEDRÍO.
El ejemplo que tomé es uno de cualquier otro que podría haber tomado. El libre albedrío lo tenemos solamente cuando sabemos el final de nuestras decisiones y podemos elegir. Mientras no lo tenemos, creemos que lo que pensamos y hacemos es obra nuestra. Pero no lo es si es una parte para que nuestro Destino o Karma se deba cumplir.
En donde sí tenemos 100% de Libre Albedrío, es en cambiar nuestro ser, nuestra forma de pensar, nuestro carácter, pulir nuestras aristas negativas del diamante para que dentro de nosotros el brillante pueda salir a luz. No es fácil, es verdad. Pero con paciencia y determinación podemos lograrlo. Pero solamente en nosotros mismos lo podemos lograr. No tratemos de cambiar a otro que es una tarea imposible si el otro no lo decide hacer por sí solo. Vuelvo a repetir, cada uno es responsable de sus pensamientos, palabras y actos y es uno mismo que se cava su propia fosa o puede escalar una montaña brillante. ¡TÚ DECIDES! ¡PORQUE CAMBIANDO TU FORMA DE SER CAMBIAS PARTE DE TU DESTINO!
Agosto 2007
|