No se si esto en una reflexión, un ensayo o simplemente uno de esos pensamientos que solo yo puedo entender y que solo a mi me puedo decir, sinceramente no creo que esto le pueda interesar a nadie.

Debo dar gracias por la suerte que tengo, si, soy afortunado en muchos aspectos de mi vida, y egoísta pues, muchas veces, como ahora mismo, que me compadezco de mi mismo, mi cuerpo comienza a segregar adrenalina de tal manera que me arde el pecho y siento unas incontenibles ganas de gritar pero en lugar de eso, me callo y me relajo, me controlo.

No se si es que a veces pido demasiado, quiero que las personas me pregunten, de vez en cuando, ¿qué tal estas?, ¿en que piensas?, ¿qué es lo que deseas?

Te quiero demasiado, te quiero tanto que tengo miedo llegar a anularme a mi mismo como ser humano, siento por ti algo que puede llegar a ser angustioso, reconozco que siento hacia ti una dependencia; no se si tu sientes eso hacia mi o es egoísmo, a veces es lo que siento que recibo a cambio de lo que yo te doy; pienso y me contradigo a mi mismo, pues lo que te doy amor y lo que recibo a cambio es una carta que me pide más, se que yo tengo mucho que darte, pero no es infinito, necesito que mis reservas se llenen de vez en cuando, solo pido un mínimo gesto, cuando me das un beso sin pedir nada, me haces en hombre mas feliz del mundo; a veces siento que me robas espacio, un espacio que a menudo te cedo, porque ya sabes que todo lo que poseo te lo cedo de buena gana, pero a veces necesito que ese espacio se quede libre, solo un instante, sin presiones en el pecho, sin pensamientos de culpabilidad,; hay momentos, pocos, en los que cuando discutimos, y se que no tienes razón, me veo incapaz de llevarte la contraria, sabes que me es relativamente fácil defender cualquier postura contra cualquier persona, incluso soy capaz de ponerme en una situación contraria completamente a mis ideas y salir victorioso de ella, pero contigo es distinto, no puedo, estoy en segundo plano, me siento pequeño a tu lado, hay momentos en que te odio, y te quiero a la vez; me apetece decirte que me destrozas, que me devoras, que me matas, y solo sale de mi boca un te quiero.

Tengo tanto miedo a la soledad…, a la soledad que es estar sin oír tu voz, sin ver tu cara con esa sonrisa, sin sentir tu pelo, sin oler tu piel; estoy seguro de haber encontrado esa mitad que me faltaba para ser completo; lo único que te pido es que encuentres la forma de que una mitad no anule a otra, que vivan en eterna simbiosis.

Solo se una cosa, te quiero.



Ocard