Si me voy hoy, nada habrá mañana de lo que un día construimos entre sábanas. Nada. Espejismos como siempre. Sabores antiguos como robles viejos. Por eso me voy, por amor al otoño y a la primavera que siempre avecina. Porque empezar de nuevo es la vida. Porque muero cuando pienso en morir a tu lado, o de quien sea. Porque soy invierno cada vez que amanezco.
Texto agregado el 13-08-2007, y leído por 101 visitantes. (2 votos)