Esta historia será para todos una historia más, buena, mala o mediocre, no lo sé. Pero para una persona en especial significará más que una historia.
El era escritor y esto significa que escribía cosas; del blanco y del negro, de todo, hasta de si mismo, menos de su secreto. Tal vez no deseaba hacer sufrir a su amada, ya que era un secreto compartido. Sin embargo, el silencio le atormentaba, y un día, lleno de melancolía, decidió escribir sobre lo que ocultaba. Decía el que lo peor en el mundo podría ser perfectamente la duda. Prefería un no destructor o un si desesperado a un tal vez infinito. En su caso, era mejor un no. Un si lo asustaba y le hacía llorar el alma. Le vislumbraba un futuro eliminado y un amor frustrado, hasta despertaba en él un sentimiento de rencor y odio dirigido a su amada, y, sobretodo, a sí mismo. El miedo, confesó en su relato, le ganó, y por esos prefirió el tal vez infinito. Luego de esta confesión su ama da dejó de serlo y lo abandono. Sus lectores, al no satisfacer el morbo con semejante historia, en la que parecía no decir nada, lo desterraron de sus memorias, y la única persona que entendió la revelación, y que de por si, siempre entiende todo, la madre, le dio la espalda. Tan solo le que daba el suicidio, pero aquel desgraciado hombre vivió todos los segundos que tenía que vivir, y a pasar de que cada uno de esos segundos fueron un tormento y deseaba matarse, no lo hizo por el maldito tal vez infinito.
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