CLARA

Casi no quiero decirlo,
por si resulta molesto,
pero pensándolo un poco,
... hasta resulta gracioso.

¿Qué tiene que ver la edad,
con la manera de vernos?

Yo que no soy un chaval,
andaba metido en miedos,
por si alguno de mis versos,
te podría sentar mal.

Aunque paso de cincuenta,
conociendo tus setenta,
parecióme un disparate,
piropear a una hembra
tan boluda, como hermosa,
por si sus hijos o nietos,
me metían en un pleito.

Tan “clara” como tu nombre,
me resulta tu mirada.
Y eres ejemplo de vida
de alegrías, de pasiones,
como el arte, la acuarela,
la conversación amena
y esa presencia serena,
con que amenizas, trasladas
tus vivencias de otros mundos,
tus recuerdos de otros tiempos,
tan macanudos que saltan,
como salmones en lucha,
contra el anzuelo y la caña.

Me apunto al mate,
y aceptaré, me mates...

No sin recibir consejo,
para sentirme tan joven,
cuando yo firme mis versos
como tú pintas tus cuadros,
¡con ilusión, con ingenio!